La institución avisa que están en riesgo 20 millones de puestos de trabajo
Un informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé que el efecto de la pandemia puede provocar un incremento de las pymes insolventes del 10% al 16%, aproximadamente, en las 20 economías más avanzadas de Europa (España incluida) y la región de Asia y el Pacífico.
El estudio destaca que se produciría un aumento de las quiebras de las pequeñas y medianas empresas entre 2020 y 2021, similar al que tuvo lugar en los cinco años posteriores a la crisis de 2008.
De tal forma que se pondrían en riesgo unos 20 millones de puestos de trabajo, más del 10% de los trabajadores empleados por pymes y prácticamente igual al número total de trabajadores actualmente parados en dichos países. Además, el estudio destaca que el 18% de las pymes también podrían tener problemas de liquidez.
Sin embargo, destaca el FMI, “el abundante respaldo de liquidez a través de préstamos, garantías de créditos y moratorias sobre los pagos de la deuda ha protegido a muchas pequeñas y medianas empresas del riesgo inmediato de quiebra. Pero el respaldo de liquidez no puede hacer frente a los problemas de solvencia. A medida que las empresas acumulan pérdidas y se endeudan para seguir funcionando, se arriesgan a ser insolventes, con una carga de deuda muy superior a su capacidad de reembolso”.
Así, según señala El Periódico, el organismo muestra su preocupación por la banca ya que las insolvencias podrían provocar impagos en los créditos, con la consiguiente merma de capital para las entidades financieras.
En particular, las entidades de menor tamaño se verían más afectadas, ya que suelen especializarse en prestar a empresas más pequeñas: una cuarta parte de estos bancos podría sufrir una caída de al menos 3 puntos porcentuales en sus coeficientes de capital, mientras que el 10% podría afrontar una caída incluso mayor, de al menos 7 puntos porcentuales.
El informe apunta que la pandemia ha asestado un "golpe especialmente duro" a las pymes, en parte porque este tipo de compañías son predominantes en algunos de los sectores más afectados, como hoteles, restaurantes y actividades de ocio.
APOYO PÚBLICO-PRIVADO FOCALIZADO
Entre las posibles soluciones, el FMI aboga por los préstamos participativos, como los aprobados recientemente por el Gobierno, identificando a las empresas que presenten modelos de negocio viables aunque en una primera instancia haya insolvencia en sus cuentas.
El organismo recalca su rechazo a aportar apoyo a todas las empresas, ya que las inyecciones indiscriminadas benefician a dos tipos de compañías que no deben recibirlas: las que son solventes incluso en plena crisis y las que hubieran sido insolventes también sin la pandemia. De tal forma que se busca un apoyo con capital público-privado a las compañías que se consideren merecedoras de ello.
Así, el FMI propone un programa de apoyo focalizado con un presupuesto de aproximadamente medio punto porcentual del PIB global de los 20 países analizados que devolvería a más del 80% de las empresas correctas a una situación de patrimonio neto cero, cuatro veces más de lo que se lograría con un enfoque global que apoyara a todas las pymes sin distinción.
La institución también insta una vez más a crear un "conjunto integral" de herramientas de insolvencia y reestructuración de la deuda para que el sistema soporte la "presión adicional" a la que va a estar sometido.
Estas herramientas, a su juicio, pueden incluir mecanismos específicos de reestructuración extrajudiciales, la reestructuración híbrida y el fortalecimiento de los procedimientos de insolvencia, como por ejemplo una reorganización simplificada de las empresas más pequeñas.