Suecia busca su equilibrio: elecciones reñidas en las que de nuevo la extrema derecha amenaza

María Gómez
Bolsamania | 14 sep, 2014 11:55 - Actualizado: 11:52

Suecia, uno de los países nórdicos que desde el sur se definen como verdaderos “estados del bienestar” celebra hoy elecciones legislativas, locales y regionales y, como en el caso del resto de estados europeos, también asusta el ascenso de la extrema derecha.

Los sondeos apuntan a que será el bloque de izquierdas el que gane las elecciones. Una coalición formada liderada por el socialdemócrata, Stefan Löfven, que podría acabar con dos legislaturas (2006 y 2010) lideradas por el bloque de derechas, cuyo líder es el actual primer ministro Fredrik Reinfeldt, un conservador que ha conseguido renovar su imagen de neoliberal. Sin embargo, ninguno de los dos bloques alcanzaría la mayoría según las encuestas.

Löfven dirige la socialdemocracia, el partido de Olof Palme, que ha gobernado Suecia desde los 30 - con algunos episodios de gobiernos conservadores como los de los últimos ocho años- y al que se atribuye la creación del “bienestar sueco”.

La mayor amenazada de ambos es la ultra derecha antiinmigración y euroescéptica, la formación Sverigedemokratrna, que se hacen llamar los demócratas de Suecia. Ya forman parte del parlamento desde la anterior legislatura, pero podrían incrementar su presencia hasta 10 ó 12 escaños, y dificultar la gobernabilidad porque no se espera que ninguno de los dos bloques mayoritarios alcance la mayoría y porque ninguno de los dos ha contado con ellos a la hora de sacar adelante las leyes en el congreso.

Los conservadores han gobernado los últimos cuatro años bajo la coalición “la alianza”, con el partido liberal, el cristianodemócrata y el partido de centro; y los socialdemócratas acuden a estas elecciones en coalición con los verdes y el partido de izquierdas, los antiguos comunistas. Pero no se espera que ninguno de los dos bloques sea capaz de alcanzar el 50% de los votos, por lo que el Gobierno que resulte de estas elecciones podría ser un Ejecutivo frágil.

La “ventaja” para el bloque de derechas es que, en esta pasada legislatura, la formación antiinmigración ha votado en la mayoría de las ocasiones a favor de sus propuestas y, además, en la coalición de izquierdas hay importantes diferencias en asuntos críticos para el país como la energía nuclear.

Suecia, un país que no llega a 10 millones de habitantes, es el país nórdico más grande, y aunque es la extrema derecha la que copa titulares en estas elecciones, también ha surgido un partido de izquierdas al que algunos sondeos le dan entrada en el parlamento: Iniciativa Feminista, una formación nueva dirigida por una antigua líder de la izquierda.

En Suecia, los electores cada vez son más euroescépticos, posiciones en las que coinciden tanto la extrema derecha y como la izquierda más escorada. No es un país bipartidista, porque siempre tanto socialdemócratas como conservadores han tenido que gobernar en coalición, pero se enfrenta a problemas comunes del resto de Europa: ciudadanos que no quieren poner en riesgo su estado del bienestar.

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