Sólo la mitad de los autónomos logra sobrevivir a su tercer año de actividad, según BBVA
Un informe de la entidad y el Ivie destaca que la supervivencia es proporcional al tamaño de la empresa
A pesar de las medidas para propiciar la actividad emprendedora, los datos reflejan que ser autónomo en España no es fácil. Según un informe de BBVA y el Ivie, el 27% de los autónomos no logra que su negocio sobreviva más de un año y sólo la mitad logran superar los tres años de actividad.
El informe destaca la relación entre el tamaño de la empresa y su capacidad para sobrevivir
Según el informe, "las empresas que nacen con 10 trabajadores aumentan la supervivencia en 15 y 21 puntos porcentuales". Es decir, hay una relación proporcional entre el tamaño de la empresa y su posibilidad de seguir adelante.
Aún así, el documento destaca que uno de los mayores problemas para estas pymes es generar más empleo: “de cada 100 empleos generados durante la crisis por nuevas empresas españolas, apenas 55 se mantienen 5 años más tarde", concluyen.
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EMPRESAS MÁS GRANDES
El informe de BBVA y el Ivie aboga por empresas más grandes porque “son más competitivas y juegan un papel dinamizador”. Además, apuesta también por los avances tecnológicos y la internacionalización.
Por otro lado, los autores del informe piden mayores esfuerzos en formación. Aseguran que la preparación básica y financiera de los empresarios autónomos es escasa y dificulta con frecuencia la viabilidad de sus proyectos (el 43,5% de los autónomos españoles solo tienen estudios básicos, frente al 23,8% en la UE-28). Por otro, solo uno de cada diez parados con niveles de estudios obligatorios realiza formación continua (frente al 30% de los que poseen estudios superiores).
Además, el estudio también hace incidencia en "los universitarios laboralmente desajustados", es decir, aquellos con una preparación que no se corresponde con su titulación y no favorece su empleabilidad.
Por otro lado, reclama más participación de las empresas en las actividades de I+D+i, invirtiendo en las mismas de forma selectiva, ya que en España la empresa apenas representa un 53% de la inversión en I+D (63,3% en la UE-28) y solo 0,84 euros de cada 100 euros facturados por las empresas españolas son invertidos en innovar.
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