Desafío soberanista de Cataluña
¿Qué hay después del 9N? Un 10N con una propuesta económica 'muy jugosa' pero insuficiente para los ciudadanos
Rajoy le pide a Mas que recupere la cordura y que dialoguen el lunes
- Rajoy: 'No es ni una consulta ni un referéndum'
- Niño-Becerra: 'Habrá una oferta económica muy jugosa'
- Voluntario Ara és l'hora!: 'Los ciudadanos han adelantado a los políticos por la derecha'
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, acaba de decirle al president de la Generalitat, Artur Mas, que “lo de mañana se le podrá llamar como quiera, pero ni es una referéndum, ni consulta ni nada que se le le parezca”. A Rajoy le preocupa el día después, el 10N, y por eso ha instado a Mas a "recuperar la cordura" a partir del lunes. En la calle, los partidarios de la consulta y de la independencia no se conformarán con una pacto fiscal: “La gente está adelantando por el carril de la izquierda a los políticos”.
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Asegura Rajoy que no va a calificar “lo de mañana”, pero ha declarado que “ni es una referéndum, ni consulta ni nada que se le le parezca”. Para el presidente del Gobierno, que mañana se celebren votaciones ciudadanas en Cataluña para pronunciarse sobre la independencia “no tendrá ningún efecto” y ha instado a Artur Mas a que el lunes recupere “la cordura”, para hablar con él “dentro de la ley”.
Será una oferta económica muy jugosa, Niño-Becerra
La importancia del 10N la comparte el economista catalán, Santiago Niño-Becerra, que cree que el lunes habrá una oferta económica del Gobierno a Cataluña, y que será “muy jugosa”. Para el profesor de la Universidad Ramón Llull, “el problema de Cataluña es económico, no político”.
En la calle, los voluntarios del movimiento por el derecho a decidir Ara és l'hora! reconocen el componente económico, porque “la crisis ha ayudado a que haya más tendencia al independentismo o a la izquierda”, pero “no creo que la gente se conforme con una compensación económica”, asegura uno de los voluntarios.
La gente está adelantando por el carril de la izquierda a los políticos
“Se ha tensado el muelle y queremos un cambio de verdad. La gente está adelantando por el carril de la izquierda a los políticos”, explica, y añade que “lo más importante no es que se pueda o no votar porque, si no se puede, será un fracaso, pero a la vez una victoria, ya que toda Europa verá que hemos querido pero España no nos ha dejado”. No creen por tanto que “que no se vote sea una victoria para el Gobierno español”.
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