El miedo escénico o pánico escénico es un estado que afecta a las personas que se exponen al público
Muchos son los artistas que lo han padecido alguna vez en su carrera. La última en anunciarlo ha sido la cantante Pastora Soler, quien ha decidido apartarse de la música por estar atravesando una crisis de miedo escénico. Los psicológicos definen esta situación como un estado inhibitorio que reduce la efectividad de la comunicación e impide el despliegue de las capacidades expresivas potenciales de los afectados.
La sudoración, la tensión, el malestar, los dolores de cabeza o la falta de memoria, entre los síntomas
Entre los síntomas físicos del miedo escénico están la respiración acelerada, la sudoración, tensión corporal, malestar estomacal, dolor de cabeza, sequedad de la boca, escalofríos y náuseas. Además, también suele incluir fallas de memoria, pensamientos pesimistas, confusión de ideas, falta de concentración, autoexigencia y estados emotivos como temor al rechazo, al error, al fracaso y al ridículo.
Además, en lo que se refiere a la conducta, los comportamientos más habituales son los intentos de huida, tics nerviosos y otros automatismos, tartamudeo, reducción de volumen de la voz, silencios frecuentes o largos y en algunos casos, el uso de drogas o tranquilizantes.
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LOS CONSEJOS PARA SUPERAR EL MIEDO ESCÉNICO
Hay muchos autores y estudiosos que han centrado sus investigaciones en el miedo o pánico escénico. La psicóloga Tamar Chansky muestra en su libro 'Libérate de la ansiedad: cuatro pasos para superar el miedo', varias estrategias para erradicar el miedo escénico:
1. Tener en cuenta el presente, no el futuro ni el pasado
Chansky comparte la teoría de que es esencial mirar hacia adelante y no hacia atrás. “Intente algo nuevo, céntrese en lo que realmente necesita hacer ahora mismo para hacer que las cosas salgan mejor: practique, obtenga consejos y duerma”, asegura.
2. El trabajo no es perfecto
“Si te obsesionas con obtener resultados perfectos, estarás pendiente de ello y tu estrés y ansiedad serán percibidas por la audiencia mucho más que tus propias cualidades”, relata Chansky. Por ese motivo, la autora concluye que “no somos juzgados por imágenes individuales, se nos juzga por el conjunto entero” y recomienda “rebajar las apuestas, no las normas”.
3. El público
Los pensamientos del público puede ser lo que más preocupe a cualquier que se exponga en público. Por ese motivo, Tamar Chansky propone “fijar la mirada en los rostros sonrientes que están asintiendo con la cabeza, en lugar de aquellos que están sacudiendo sus cabezas o mientras se entretienen con sus teléfonos móviles”.
4. Reirse de uno mismo
Chansky propone sobroponerse a cualquier error y aprender a disfrutar de ellos. “Desde los atletas a las celebrities, estar en paz con la audiencia conlleva siempre una cosa: olvidarse de que existe, excepto al final, para recibir los aplausos, ese momento tan importante del que sentirse orgulloso”, concluye la psicóloga.
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