Morningstar aconseja no vender por pánico y destaca la atractiva rentabilidad de las bolsas a largo plazo
Desde diciembre de 2021 hasta mediados del pasado mes de junio, el mercado de valores estadounidense registró caídas próximas al 20%. Un retroceso motivado por las tensiones inflacionistas y el temor a una recesión global del que podemos extraer varias conclusiones, según señalan los analistas de Morningstar.
En primer lugar, estos expertos recuerdan que, de vez en cuando, las bolsas atraviesan largos y profundos periodos de caídas. Igualmente, apuntan que, después de un ciclo bajista, es difícil predecir cuánto tardarán las cotizaciones en recuperarse. Eso sí, subrayan que la renta variable ha sido siempre muy generosa con los inversores, ofreciendo unas atractivas rentabilidades globales.
Por ello, aconsejan evitar las ventas de pánico y afirman también que, en ocasiones, el mercado y la economía se mueven en direcciones opuestas.
Utilizando el término de mercado bajista para periodos en los que las caídas son del 20% o más y repasando la trayectoria del mercado de Estados Unidos desde 1871, estos expertos comentan que son muchos los mercados bajistas que se han dado en la historia; pero, en todos ellos, se ha producido una recuperación posterior y se han conquistado nuevas cotas.
Y ponen como ejemplo el mercado bajista comprendido entre diciembre de 20219 hasta marzo de 2020, meses en los que los descensos se aproximaron al 20%; un porcentaje que se recuperó por completo en tan solo cuatro meses para después seguir subiendo.
“Esta recuperación del mercado es una prueba de que nunca se puede predecir la rapidez de la recuperación”, aseguran desde Morningstar.
Siguiendo con dicho estudio, estos analistas resaltan que todos los inversores que permanecieron en el mercado durante las caídas extremas fueron bien recompensados. Así, un dólar invertido en 1870 aumentó a 20.514 dólares en términos reales a finales de mayo de 2022. Esto supone una tasa de rendimiento anual del 6,8%.
Acotando el rango temporal y poniendo el foco en febrero de 2009, cuando el mercado tocó fondo en uno de los ciclos bajistas, la subida en relación a mayo de 2022 ha sido del 424%. Además, desde enero de 2020, cuando hubo otro desplome, el alza frente a mayo de 2022 ha sido del 18%.
Fijándose en las 22 peores caídas en los casi 152 años de historia de la bolsa estadounidense, se llega a la conclusión de que no todos los mercados bajistas son iguales, ni tampoco las fases de recuperación.
Así, por ejemplo, tras el mayor descenso, que se registró en el crack de 1929 (el mercado de valores se dejó un 79%), la recuperación no llegó hasta cuatro años y medio después.
En la memoria más reciente se encuentra el segundo mayor descenso, del 57,6%, producido durante en la primera década de este siglo XXI. Tras recuperarse, las bolsas sufrieron después otro batacazo originado por la crisis financiera mundial.
Igualmente, estos expertos mencionan el descenso del 18,3% sufrido con el inicio de la pandemia del coronavirus, que tardó solo cuatro meses en recuperarse aunque la pandemia duró mucho más, “lo que demuestra que la bolsa no es la economía”.
Con todos estos datos, Morningstar hace hincapié en que los mercados son imprevisibles, que no todos los desplomes son iguales en cuanto a gravedad y a duración, y que es difícil determinar el pico o el fondo del mercado.
Por tanto, la firma señala que la mejor apuesta es prepararse ahora para el próximo ciclo bajista teniendo una cartera correctamente diversificada y que se ajuste al horizonte temporal y a la tolerancia al riesgo de cada uno.
“Comprender el pasado puede ayudar a los inversores a superar la recesión actual. Y si esta es como todas las demás en los más de 150 años anteriores, los ahorradores tendrán su recompensa”, concluyen los citados analistas.