Propietaria de 'No hace falta papel', empresa bajo la que constituirá el proyecto de su padre
¿Es posible que una máquina haga el trabajo de un periodista? ¿Cómo está cambiando el mundo de el periodismo? ¿Hay sitio para los nuevos medios? Bolsamanía ha entrevistado a María Ramírez, la hija de Pedro J. Ramírez y periodista reconocida por su labor a la hora de cubrir la información relativa al continente americano.
María puede presumir de contar con una gran trayectoria internacional. Ha trabajado como corresponsal de El Mundo en Bruselas y Nueva York. Ahora, escribe para su propio espacio en Univisión, POL 16, en donde analiza junto a Eduardo Suárez toda la información política de Estados Unidos.
María es, además, la propietaria de la empresa 'No hace falta papel', bajo la que se podría constituir el nuevo proyecto de su padre, quien fuera fundador y director de El Mundo hasta el pasado mes de febrero. Este nuevo proyecto, que empezará a funcionar en 2015, va a convertirse en una idea innovadora que podría revolucionar el periodismo en el futuro.
Pregunta: Empecemos hablando desde el punto de vista de #nohacefaltapapel, ¿cómo pueden los nuevos proyectos digitales convertirse en competencia para las grandes cabeceras como El Mundo o El País?
Hay mucho espacio para medios jóvenes que sean capaces de hacer buena información y que sea diferente, que esté claramente lejos de la media de lo que tienen todos
Respuesta: Alguno de ellos ya son competencia seria. El Confidencial ya está luchando por el tráfico en la liga de los grandes y es uno de los pocos medios que puede decir en España que está ganando dinero. El Huffington Post tiene más de cinco millones de usuarios en menos de dos años y medio de vida. El Diario ha logrado que 10.000 personas paguen por su información... Creo que hay mucho espacio para medios jóvenes que sean capaces de hacer buena información y que sea diferente, que esté claramente lejos de la media de lo que tienen todos, "the end of average", como dice Frédéric Filloux, que es el director digital de 'Les Echos' y escribe un blog sobre medios en inglés, 'The Monday Note'. Los medios jóvenes en España lo tienen más fácil ahora por el momento peculiar de crisis de credibilidad de las instituciones tradicionales, entre las que se encuentran los periódicos.
P: Según los datos comScore, las cabeceras tradicionales siguen dominando Internet. Además, cuentan con equipos con una extensa red de contactos que hace casi imposible competir a estos periódicos. ¿Cómo piensas que se podría cambiar esta situación? Es decir, que una cabecera creada recientemente, o por crear, pueda mirar de tú a tú a una gran cabecera y discutirle la audiencia a corto plazo.
R: Cuanto más variada sea la financiación, mejor. No sólo se trata ya de suscripciones o publicidad, sino de nuevas fuentes de ingresos, como los eventos editoriales. En Estados Unidos, los eventos se han convertido en una vía muy lucrativa. El mejor ejemplo es el 'Atlantic', pero también son buenas muestras de ello medios más pequeños, como el 'Texas Tribune', que depende tanto de sus eventos como de sus benefactores.
P: ¿Cuáles deberían ser los pilares de un nuevo medio digital para sobrevivir y, después, convertirse en un referente de la opinión pública?
R: Por supuesto, hay que revolucionar la manera de hacer publicidad, para que se convierta en un servicio personalizado para los lectores en lugar de una molestia y para que encaje bien especialmente en los móviles. Quartz es un maestro en este campo y ya está empezando a ganar dinero gracias a ello. Lo que funciona en Estados Unidos acaba llegando a España.
P: Porque las grandes cabeceras cuentan a su favor con poder pagar grandes sueldos a los periodistas 'estrella', ¿cómo podría compensar este factor un medio recién creado?
R: Las cabeceras tradicionales en España, que son las que siguen produciendo una edición impresa, gastan más dinero en pagar el papel que en pagar a sus periodistas. Lo de los grandes sueldos será para unos pocos en algún diario tradicional, pero los sueldos son cada vez más bajos también en los medios con más difusión. Creo que el talento se debe pagar. Y sobre todo hay que acabar con la estructura habitual de medios con muchos jefes que cobran mucho y producen poco y un grueso de reporteros mal pagados. El reporterismo cuesta dinero y las empresas periodísticas deberían invertir todos sus recursos en la producción de contenido informativo original. Las tareas automáticas serán cada vez menos valiosas y será menos importante que las haga un periodista.
El reporterismo cuesta dinero y las empresas periodísticas deberían invertir todos sus recursos en la producción de contenido informativo original
Mira la experiencia de Associated Press o de Los Angeles Times, donde una máquina ya escribió este año la noticia de un terremoto en San Francisco. La tecnología puede ahorrar costes para poder pagar mejor a los reporteros. Como decía, la crisis de credibilidad que afecta también a los medios es una oportunidad para cualquiera que quiera intentar hacer periodismo independiente sin lealtades políticas ni empresariales. La credibilidad se gana siendo capaz de hacer una investigación seria sobre el PP y sobre Podemos, pero también informando sin límites ni prejuicios sobre El Corte Inglés o Villar Mir.
P: ¿Cómo está cambiando la industria de los medios? ¿Se dirige hacia dónde tiene que ir?¿Qué diferencias estructurales nos encontramos ahora con respecto a hace diez años y qué diferencias podremos encontrar en diez años con respecto ahora?
R: Hay un gran cambio, y para bien, en todo el mundo. La tecnología ha rebajado la barrera de entrada para cualquiera y esto ha aumentado la presión sobre los medios para hacer cosas mejores. Hay medios nuevos y medios tradicionales que se han sabido adaptar haciendo maravillas. En Estados Unidos es más evidente, con los casos de Quartz, Vox, Vice News, y también por supuesto del New York Times, el Wall Street Journal, y la radio pública NPR, tal vez mi medio favorito. En Europa también hay casos de medios frescos que están experimentando, como Il Post en Italia o De Correspondent en Holanda. Dentro de diez años, creo que tendremos, también en España, un periodismo más digital y de mayor calidad. El lector/oyente/televidente reconoce la calidad y tiene cada vez más control de la información que quiere y que necesita.
P: Por último, ¿qué papel juega la gratuidad en el nuevo panorama informativo? ¿Es viable un modelo de negocio gratuito? ¿Qué va a pasar con los contenidos de pago? ¿Son el futuro?
R: Como decía, creo que lo mejor es diversificar las fuentes de financiación. Las suscripciones digitales empiezan a ser un gran modelo de negocio en Estados Unidos y en algunos países europeos (Mediapart, en Francia, también gana dinero), pero desde luego no son el único. Un medio gratuito es posible si consigue cambiar la publicidad para hacerla más útil al lector y más estética sobre todo en el móvil (y con ello más lucrativa).
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