La solución más optimista sería la compra de bonos por parte de bancos y empresas
La crisis por el impago de la deuda argentina plantea distintas posibilidades: la recompra de los bonos por parte de un grupo de empresas o bancos, que el Gobierno acate la sentencia de Griesa y negocie una quita o que el Ejecutivo no llegue a ningún acuerdo con los fondos buitre.
Así lo ve el columnista de La Nación Fernando Laborda, quien este martes ha expuesto los tres escenarios en que pueden derivar las negociaciones iniciadas por el Gobierno de Cristina Fernández con los fondos buitre.
El primer escenario, “al que todavía apuestan los más optimistas” según Laborda, podría producirse dentro de unas pocas semanas. En este caso, “un grupo de bancos extranjeros o bien de empresas argentinas financiadas por esas entidades internacionales” comprarían los bonos en poder de los acreedores que han denunciado el impago ante el juez Thomas Griesa.
Lamentablemente, el propio Gobierno ya descartó una solución de este tipo a través del ministro de Economía, Axel Kicillof.
El segundo supuesto exigiría la “alternativa de que el Gobierno de Cristina Kirchner pueda administrar el default hasta fines de año”. Ya en 2015, el Ejecutivo acataría la sentencia de Griesa y trataría de negociar una quita con los holdouts.
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EL PEOR ESCENARIO
El peor de los tres escenarios sería el tercero, que “se desarrollaría a partir de una prolongación de la posición intransigente del Gobierno argentino ante los fondos buitre y ante la sentencia de la justicia estadounidense”. En caso de que el Ejecutivo escogiera este camino, continuaría aferrándose a la “dura línea discursiva de las últimas semanas”. Esta situación derivaría en “serias restricciones económicas” y en “transferirle el problema de la crisis” al siguiente Gobierno.
“Esta última hipótesis, acuñada por quienes desconfían de cualquier voluntad negociadora por parte del kirchnerismo, supone, además que a medida que transcurra el tiempo y se acerque cada vez más el final del mandato de la presidenta, ésta será aún más renuente a encarar un diálogo con los fondos buitre”, señala Laborda.
En este sentido, el columnista cree que la presidenta preferiría “dejarle el conflicto a quien le suceda en diciembre de 2015, aunque eso implique una bomba de tiempo para las arcas del Estado que podría estallarle en sus propias manos”.
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NO HABRÁ ACUERDO HASTA 2015
El periodista argentino menciona un cuarto escenario, aunque “ya parece totalmente descartado”: que los funcionarios argentinos y los representantes de los fondos buitre lleguen a un acuerdo antes de que termine el año.
Laborda cree que no veremos ningún acuerdo hasta 2015 “a no ser que, mediante la ayuda de bancos internacionales, se pueda adquirir la deuda que tienen a su favor los beneficiarios del fallo del juez Griesa”.