Las grandes fortunas buscar huir de la masificación en lugares muy frecuentados
Destinos relacionados con el lujo como Mónaco, Ibiza o Santorini se encuentran ya la alcance económico de la ingente masa de turistas de clase media que espanta a las grandes fortunas, por lo que los millonarios que buscan veranear en el Viejo Continente han ampliado su cartera de destinos para poder descansar en ambientes más exclusivos y alejados del gentío.
El primero de estos rincones es Montenegro. El país balcánico, olvidado por Europa Occidental durante décadas, alberga alguno de los paisajes naturales más bonitos del continente. Repleto de bosques, lagos y cañones por los que se deslizan ríos de un intenso color turquesa, cuenta también con playas poco transitadas y un patrimonio cultural muy atractivo.
Entre sus principales joyas se encuentra la bahía de Kotor, un fiordo que se une con el Adriático y que regala una de las vistas más espectaculares de la región. Además, cuenta con un puerto en construcción destinado a grandes fortunas y con la ventaja de que el país vecino, Croacia, absorbe la mayor parte del turismo.
Por otro lado, destaca la aparición de la Bretaña Francesa en esta lista. Esta región, más conocida que Montenegro, cuenta con una importante oferta gastronómica y un legado medieval muy interesante. El plato fuerte es la localidad de Saint Malo, una ciudad en la que las murallas se unen con el mar regalando una postal inolvidable.
El tercero de estos lugares se encuentra en Italia, país invadido por el turismo de clase media pero que aún cuenta con pequeños espacios desconocidos en los que es posible evadirse sin tener que encontrarse en medio de estampidas de turistas procedentes de todos los rincones del planeta. Se trata de la Costa Amalfitana, en el sur del país. El lugar ofrece pueblos escarpados en la montaña, un mar de agua azul cristalina y un paisaje repleto de frutales que llenan de color el panorama.
Por último, otro de los destinos recién descubiertos por las grandes fortunas es Islandia. País alejado que no suele entrar en los planes de los viajeros que buscar relax a orilla del mar. Las personas que viajes a este curioso país podrán disfrutar de su moderna capital, Reikiavik, y de su insignia más famosa: la Laguna Azul. También llaman la atención los glaciares, géiseres y demás monumentos naturales, así como de la poca densidad de población con la que cuenta.
G.D.