Este mes se acaba el programa de compra de activos de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, la famosa “QE” (quantitative easing). Sin embargo, los mercados están lejos de no necesitar la ayuda de los bancos centrales, como ha demostrado el negativo comportamiento de las bolsas esta semana.
Los fuertes descensos sobre todo en las plazas europeas han demostrado que los fantasmas no se han disipado. La incapacidad de Europa para retomar una senda de crecimiento económico se suma como causa o efecto al miedo a una deflación, negada desde las instituciones pero causante de temores entre los inversores. De momento, Estados Unidos no afronta dicho fenómeno, pero el hecho de que atenace a Europa puede provocar el contagio a la primera economía del mundo y a los ya de por sí dañados países emergentes.
Y además, los miedos de esta semana han tenido otro nombre propio nada desconocido por desgracia para los inversores: Grecia. “Lo que observamos es la materialización de que la situación en la Zona Euro es muy precaria”, declaró para Wall Street Journal Charles Wyplosz, profesor de economía internacional en el Instituto de Postgrado de Ginebra: “Estamos sentados en un polvorín”.
La deflación es un temor real
La inflación anual en la Zona Euro que utilizan se sitúa apenas en el 0,3% según los últimos datos, muy lejos del objetivo del Banco Central Europeo (BCE) que está en el 2%. “Cuando la inflación es tan baja, no haría falta un golpe muy violento —como el debilitamiento de Alemania o tensiones geopolíticas en la vecina Ucrania— para que la economía caiga en deflación. Algunos países de la Zona Euro, como Italia, ya lo están”, advierten desde Wall Street Journal, por lo que la deflación es “un temor real”. Son palabras de Jeremy Stein, profesor de la Universidad de Harvard y ex gobernador de la Fed: “El comportamiento correcto (para las autoridades) es ser agresivos”, aseveró.
De momento, Mario Draghi, el presidente del BCE, no ha iniciado un plan de compra de activos que frene esta situación, porque en el seno de la autoridad monetaria europea no hay consenso. “Ahora la mayoría de los inversores reconoce que la capacidad de los bancos centrales de hacer frente a lo que daña a la economía global es menor de lo que creían”, opina Mohamed El-Erian, asesor económico en jefe de Allianz Group y exPIMCO.
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