Segunda cumbre de partidos pro consulta que se salda con una cuenta atrás de siete días
Hermetismo y secretísimo. Tanto alrededor de la celebración de esta segunda reunión de las formaciones soberanistas catalanas como acerca de las conclusiones alcanzadas. Mientras la cumbre del viernes 3 de octubre fue anunciada y seguida con gran expectación, este segundo encuentro se ha mantenido en el aire hasta el último momento. A su finalización, tras tres horas de intenso debate, una única conclusión: la próxima semana será decisiva para llegar con éxito al 9 de noviembre.
La noticia de que Artur Mas había convocado a CiU, ERC, ICV-EUiA y la CUP a un nuevo encuentro saltó a los medios, pero fuentes oficiales del Govern se apresuraron a desmentirlo. No querían dar una imagen contraria a la “foto de familia” que se hicieron tras la primera reunión de hace pocos días.
Unidad de partidos y determinación para votar el 9 de noviembre, esas fueron las consignas que se han vuelto en contra del president de la Generalitat tras declaraciones cruzadas y mensajes contradictorios de miembros del Ejecutivo catalán en los últimos días. El caso más flagrante, que casi se lleva por delante la “porcelana fina” del frente pro consulta, fueron las declaraciones del conseller de la Presidencia, Francesc Homs, que reconoció que la votación podría no llegar a celebrarse si los preparativos no estaban acabados antes del 15 de octubre.
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PLEBISCITARIAS
El mismo Mas reconocía en una entrevista al diario NY Times que no sería Cataluña quien llevara España a una crisis constitucional y que las plebiscitarias eran una alternativa viable, aunque de momento las mantenía en un cajón. Una salida al atolladero independentista que no contenta en absoluto a nadie, ni a la misma CiU, que se vería forzada a presentarse a los comicios junto a ERC y al vez la CUP. Una lista de concentración que podría dejar a Unió fuera de juego, ya que no se sentirían cómodos con los republicanos.
SUCEDÁNEO DE CONSULTA
En la búsqueda de esta alternativa, la opción que ha tomado forma estos días es celebrar una suerte de alternativa a la votación tal y como se había previsto: acogerse a una parte de la ley de consultas que no ha sido impugnada por el Tribunal Constitucional, concretamente el artículo 43 contempla la posibilidad que el Govern pueda promover "procesos de participación ciudadana" por parte de la Generalitat y los ayuntamientos "en el ámbito de sus competencias”.
También se contempla poner en práctica lo recogido en el artículo 55, que prevé la creación de foros de participación ciudadana, pero requiere el registro previo de los participantes y contrastar la veracidad de los datos de los mismos. Algo que se antoja difícil dado el escaso margen de maniobra.
Sin embargo, Oriol Junqueras, Joan Herrera y David Fernández ya han advertido a Artur Mas que no están dispuestos a que se lleve a cabo una suerte de "celebración de domingo". El portavoz de ICV, Josep Vendrell, ha querido dejar muy claro que los ecosocialistas no aceptarán “ningún sucedáneo ni alternativa sin garantías legales”.
Así que de momento, “seguirán trabajando como estaba previsto”, según comentaron los protagonistas de la segunda reunión de partidos soberanistas. Esta fue casi la única referencia pública al desarrollo del encuentro, además del comentario de Quim Arrufat (CUP): "La reunión ha ido bien". Mientras, Francesc Homs, Oriol Junqueras y Joan Herrera coincidían en que "la semana que viene será una semana decisiva".
Y los catalanes siguen sin acuerdo para una segunda o tercera vía de consulta, pero por ahora la unidad se mantiene y se seguirán agotando las horas en una contrarreloj para que la votación sobre la independencia de Cataluña se pueda celebrar el 9 de noviembre, amparándose en la legalidad y con garantías democráticas.
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