Recurría a amenazas para imponerse
Los analistas han coincidido en el que el pequeño Nicolás esconde tras de sí un trastorno narcisista que provoca que en tan solo un instante pase de la presunta educación a una agresividad descontrolada, en muchas ocasiones propiciada por su afición al alcohol.
Así, personas cercanas al joven estafador le han definido como un ultraderechista bebedor al que le gusta imponer sus ideas y recurrir a amenazas cuando no consigue lo que quiere. De hecho, llegó a protagonizar actos violentos en los que intentó amedrentar a personas que pensaban de una forma diferente.
AMBIENTES ELITISTAS
El pequeño Nicolás vio en la bebida una vía que le permitía abrirse puertas en su mundo de fantasía en el que un día era asesor del Gobierno y, al siguiente, agente del CNI. Así, aprovechaba sus visitas a Marbella para dejarse ver en círculos elitistas en los que acudía, entre otros, el hijo de José María Aznar.
Es en estos ambientes donde realizaba una ostentación que no pasaba desapercibida, siempre en compañía de mujeres y llegando a gastar más de 3.000 euros en una noche en botellas de vodka Belvedere, una de sus grandes aficiones. Además, el joven bebía a diario en lugares destacados de la capital española.
Y no bebía solo para hacer negocios. También lo hacía para pasar un rato con los amigos o, incluso solo. En cuanto a los episodios violentos, llama la atención la ocasión en la que Nicolás amenazó a un taxista en Barcelona solo porque se mostró a favor del referéndum.
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'VIVA ESPAÑA Y VIVA FRANCO'
El joven se mostró tajante al señalar que eso se soluciona sacando los tanques a la calle. Mientras, Nicolás se reservó la opción de pegarle “dos tiros” a un conductor al que obligó a gritar "Viva España y viva Franco".
Sus malos modales también salieron a relucir por Madrid. Cuentan varios testigos que una vez, en una terraza prestigiosa cerca del centro financiero de la capital, Nicolás insultó a varias señoras que le recriminaron un comportamiento poco educado. En aquella ocasión, llegó a intervenir un guardaespaldas que acompañaba al joven.
No fue el único incidente en el que faltó al respeto a señoras que tenía cerca, pues en un conflicto en el que intervino en el seno de unas elecciones del PP para un distrito de Madrid, Nicolás volvió a atacar a varias señoras presentes en ese momento.
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