El ex líder catalán se ha acogido al derecho de no declarar, pero no ha podido evitar dar réplica a los diputados
El ex president de la Generalitat, Jordi Pujol, ha comparecido por segunda vez en el Parlament de Catalunya para declarar en relación con los capitales que mantuvo ocultos durante 34 años en el extranjero. En esta ocasión se ha querido acoger a su derecho a no contestar las preguntas de los portavoces de los grupos parlamentarios, pero ha ido dando réplica cuando le ha convenido a las interpelaciones de los diputados.
Durante su comparecencia ante al comisión sobre fraude fiscal y corrupción de la cámara catalana, el ex líder ha vuelto a lanzar una ronda de reprimendas a los diputados y ha criticado el valor de la comisión de investigación que se basa en el "dicen, dicen, dicen", en sus propias palabras. Ha restado valor a que se usen testimonios de "otras personas que hacen referencia a lo que han dicho (supuestamente) terceros". Sin embargo, ha rebajado el tono de sus regañinas en comparación a su anterior intervención, del pasado 26 de septiembre, ante la Comisión de Asuntos Institucionales del Parlament de Catalunya.
Pujol ha mantenido silencio alrededor de las cuestiones fundamentales sobre su fortuna familiar
A pesar de que se ha acogido a su derecho a no contestar, no ha escatimado en réplicas a los grupos parlamentarios aunque ha mantenido el silencio en las cuestiones fundamentales alrededor de la fortuna familiar en Andorra. En múltiples ocasiones se ha remitido a sus declaraciones anteriores, en el mismo Parlament, en los juzgados a finales de enero o a su confesión del 25 de julio y ha insistido en que el origen del legado de su padre provenía de la operativa con divisas y que no tenía sentido volver a explicarlo.
Lea también: Jordi Pujol y la 'hucha' de tres millones de euros en Andorra
Ha querido ceñirse en todo momento a su versión de que no posee cuentas ni fondos en el extranjero, que no confesó antes el origen de estos dineros por miedo y que el president de la Generalitat, Artur Mas, no sabía nada de los capitales hasta la mañana de su confesión del pasado 25 de julio.
También ha querido poner en perspectiva sus 23 años al frente del Govern de la Generalitat y ha cerrado su intervención mostrándose convencido que al final se valorará su trabajo en positivo.
Lea también: Mas: 'La confesión de Pujol no tiene que ver con CiU, con el Govern ni conmigo'