Esto justifica un cambio de enfoque hacia una política monetaria "paciente y flexible"
"Aunque consideramos que las condiciones económicas actuales son saludables y que las perspectivas económicas son favorables, en los últimos meses hemos visto algunos indicadores cruzados y señales conflictivas". Son las declaraciones de Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal de EEUU, durante su comparecencia semianual en el Congreso para explicar la marcha de la economía estadounidense. Esas señales económicas conflictivas justifican un cambio de enfoque hacia una política monetaria "paciente y flexible".
Powell ha mencionado la volatilidad de los mercados financieros "a final de año", el menor crecimiento en algunas zonas, "particularmente en China y Europa"; y la incertidumbre sobre varios problemas políticos no resueltos, "como Brexit y las negociaciones comerciales en curso". La Fed "vigila de cerca" estos acontecimientos por su posible impacto sobre la economía de EEUU.
Entre los problemas internos, Powell ha mencionado el escaso "aumento de la productividad", la baja participacion en el mercado laboral y el elevado endeudamiento del país, que se encuentra en una "senda insostenible". Solucionar estos problemas estructurales "es vital para EEUU", ha comentado.
El aumento de las incertidumbres en enero y sus "efectos acumulativos", ha explicado Powell, justificó que la Fed adoptase una postura "paciente" sobre los tipos de interés, lo que supuso un gran cambio de enfoque tras las cuatros subidas de los intereses realizadas en 2018, la última de ellas en diciembre.
"En los últimos dos meses, algunos datos se han suavizado, pero aún apuntan a subidas del gasto de los consumidores este trimestre. Si bien el cierre parcial del Gobierno creó grandes dificultades para los trabajadores federales y muchos otros, se espera que los efectos negativos para la economía sean bastante modestos y se relajen en gran medida durante los próximos meses", ha añadido Powell.
Sobre el mercado laboral, ha destacado su fortaleza y el hecho de que esté aumentando la tasa de participación, "algo bienvenido" por la Fed junto a la subida de los salarios. En relación a la inflación, la previsión es que se mantenga a medio y largo plazo cerca del objetivo del 2%, mientras de cara a 2019, la Fed prevé que "la actividad económica se expanda a un ritmo sólido, aunque algo más lento que en 2018".
En relación a la reducción del balance del banco central, Powell ha detallado que los activos totales se han reducido en 310.000 millones de dólares desde mediados de 2018; hasta los actuales 4 billones. En este sentido, la Fed está evaluando "el momento adecuado y el enfoque para terminar este proceso". El mercado anticipa que terminará a finales de año, según mostraron las actas de la última reunión de la Fed.