Más de 60 años de conflicto armado
Desde la semana pasada el mundo vuelve a ser testigo de uno de los conflictos más duros y difíciles de resolver de la historia de la humanidad. Desgraciadamente los números son de infarto y las estimaciones de las vidas humanas que se ha cobrado desde que se instauró el primer gobierno sionista en Palestina van desde los 51.000 hasta los 92.000 fallecidos, con un porcentaje mayor de personas árabes que han perdido la vida.
Desde la primera y segunda guerra mundial, la zona de Oriente Próximo más conocida como Palestina, recibió una gran oleada de judíos que emigraban desde muchos países europeos bajo la amenaza nacionalsocialista de Hitler. Hasta que el 29 de noviembre de 1947, la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó la Resolución 181, la cual recomendaba un plan para resolver el conflicto entre judíos y árabes en esa región que administraba el Reino Unido. El planteamiento parecía sencillo: dividir la región en dos para cada estado y además un área que incluía Jerusalén y Belén bajo un control internacional. Pero la incapacidad del gobierno británico sumado a la negativa de los países árabes de la región a aceptarlo desembocó en la primera guerra árabe-israelí en 1948.
CASI 600 MUERTES
Desde entonces, varios tratados y esfuerzos por parte de Estados Unidos, Unión Europea, Rusia y las Naciones Unidas de firmar la paz han sido en vano, ya que a día de hoy, continuamos viendo como fallecen los ciudadanos de uno y otro bando. Hasta el día de hoy, desde que Hamás lanzará el primer cohete la semana pasada, han muerto casi 600 personas de las cuales 121 son menores de edad y otros tantos civiles. Hamás se definió en su carta fundacional como una organización que busca el establecimiento de un estado islámico en la región histórica de Palestina, comprendiendo los países actuales de Israel, Cisjordania y la Franja de Gaza, con capital en Jersualén, actualmente bajo control judío.
La respuesta del gobierno de Benajmín Netanyahu, primer ministro israelí ha sido bautizada con el nombre de Operación Margen Protector, que comenzó el pasado 8 de julio y según afirma el gobierno israelí tiene como único objetivo desarticular a Hamás en la Franja de Gaza. Sin embargo, los civiles son los que más están sufriendo tanto a un lado como en el otro del muro.
Navy Pillay, alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha declarado hoy que “hay una alta posibilidad de que algunas acciones militares del Ejército israelí en Gaza pueda constituir crimenes de guerra” al igual que ha mantiene que “en estos momentos, el fuego indiscriminado de Hamás y otros grupos armados de más de 2.900 cohetes y morteros desde Gaza sigue poniendo en peligro la vida de civiles en Israel.”
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