El selectivo español registró ayer la mayor caída en un día de todos los tiempos
El Ibex ha cerrado con una subida del 3,73% después de haberse disparado un 10% este viernes (7.001 puntos) tras registrar ayer la mayor caída de su historia (-14%) y de que Wall Street perdiera un 9% y viviera su peor jornada desde 1987. El selectivo español ha comenzado a desinflarse tras conocerse que Pedro Sánchez ha declarado el estado de alarma.
Las subidas de esta mañana se han producido después de que la CNMV anunciara anoche la decisión de prohibir las posiciones cortas para detener la sangría y evitar un 'viernes negro' y su medida está teniendo efecto. En cualquier caso, la situación de caos mundial por el coronavirus no cesa y el miedo y la volatilidad dominan el mercado. En Europa, las bolsas demostraron en la pasada sesión, como mínimo, que no confían en Christine Lagarde, mientras que ya son 62 los países que han puesto restricciones de entrada a españoles al tiempo que siguen aumentando los casos aquí. De hecho, cada vez son más los miembros de la clase política infectados.
Los inversores esperaban y querían una bajada de tipos por parte del BCE después de que la Reserva Federal (Fed) y el Banco de Inglaterra, así como otros bancos centrales, la hayan llevado a cabo en los últimos días. Sin embargo, el Banco Central Europeo decidió que no era la vía y eso no gustó nada. Los analistas, pese a todo, aplauden que no se haya optado por esa opción y en cambio se hayan aprobado 120.000 millones más de QE y una financiación adicional. Lo califican de "movimiento inteligente" porque "toca las teclas correctas" ante esta crisis.
En Wall Street también reina el optimismo y al cierre del mercado europeo está rebotando un 5%. Esto después de que ayer la negociación fuera suspendida durante 15 minutos ayer ante la debacle que sufrieron las bolsas. El discurso de Donald Trump del día previo, con una batería de medidas contra el coronavirus que causaron el efecto contrario y pusieron nerviosos a todos, llevó a que los índices se despeñaran y sufrieran su mayor desplome desde el crash de octubre de 1987. La Fed anunció inyecciones de liquidez de emergencia en el sistema financiero, pero ni eso consiguió templar las cosas.
Con todo, el Ibex está histérico. De momento, con la ayuda de la CNMV, se dispara, pero habrá qué ver cuánto dura esa euforia. El selectivo pierde un 25% en el año y alrededor de un 30% desde los máximos de febrero.
Todo esto, tras una semana que se recordará durante mucho tiempo, una semana en la que el aluvión de medidas llevó por fin a que la población fuera consciente de la gravedad del coronavirus, en la que la guerra de precios del petróleo se sumó el caos generalizado, y en la que una actuación del BCE que no gustó o no se entendió causó el mayor desplome de la historia en la bolsa española.
En cuanto a la macro, este viernes se han publicado el IPC de Alemania (+0,4% mensual) y de España (baja cuatro décimas de golpe en febrero). Además, se conocerá la lectura preliminar del índice de sentimiento del consumidor de la Universidad de Michigan.
"Otra sesión de volatilidad extrema en la que nuestro selectivo ha llegado a subir un 12% y hace poco más de una hora casi se adentra en el terreno de los números rojos. Con todo, y con el VIX en los 75 puntos (la segunda mayor lectura de su historia después de la crisis financiera de 2008) solo cabe armarse de paciencia mientras los precios tratan de construirnos un suelo de mercado, al menos de corto plazo. El Ibex ha llegado a caer en la semana (de máximo a mínimo) cerca del 25% y un 37% desde los máximos anuales que se alcanzaron en febrero (10.100)", explica José María Rodríguez, analista técnico de Bolsamania.
"Resumiendo, lo que está haciendo nuestro Ibex es normal después de un tsunami que ha arrasado con todas las cotizaciones. De manera que ahora tenemos como potencial zona de soporte los mínimos de esta semana (6.347) y como resistencia más inmediata los máximos de este viernes (7.140) y el hueco bajista de este jueves en los 7.436 puntos. Mientras no se cierre el último de los huecos bajistas no tendremos la más mínima señal de fortaleza real más allá de los típicos rebote contra tendencia", finaliza el experto.