La última reunión del Eurogrupo acaba en una trifulca descomunal
Para describir la situación actual de las negociaciones entre Grecia y sus acreedores de la zona euro, el Fondo Monetario Internacional (FMi) y el Banco Central Europeo (BCE) se podrían buscar numerosos símiles. El juego del gato y el ratón, el el del gallina, en el que pierde el primero en dar el volantazo, pero lo cierto es que ahora mismo, ante la inminente quiebra del país heleno -a la que apuntan la mayoría de analistas internacionales-, el punto de no retorno al que parecen haber llegado unos y otros bien podría ser una patata caliente: va de mano en mano y que nadie quiere que estalle mientras está en su terreno.
Para expertos como Craig Erlam, analista senior de Oanda, “Grecia está a punto de quedarse sin capitales ya que recientemente el Gobierno de Alexis Tsipras se ha visto forzado a recurrir a sus reservas para hacer frente a los pagos de los sueldos de los funcionarios públicos y las pensiones”. Explica Erlam que el problema ya no es si Grecia agotará sus fondos, si no cuándo lo hará y que pasará cuando quiebre, una pregunta para la que nadie parece tener respuesta, “lo que crea gran incertidumbre entre los inversores”, señala el experto.
Lea también: Varoufakis y su visión sobre lo que tiene que hacer Grecia: “Nuestra lógica es sólida”
Pero por otro lado, tal y como apunta un extenso artículo de Reuters, los funcionarios griegos han estado usando la excusa de no tener efectivo durante varias semanas, para luego hallar dinero disponible para realizar su próximo pago de deudas. "Han dicho 'viene el lobo' tantas veces, que cuando realmente vayan a colapsar nadie les va a creer", afirmaba un negociador de la Unión Europea bajo condición de anonimato, según la agencia.
Han dicho 'viene el lobo' tantas veces, que cuando realmente vayan a colapsar nadie les va a creer
Así las cosas, y después de que la última reunión de Eurogrupo se saldara con una trifulca de proporciones épicas, según señalaba Cinco Días, Alemania ya se está preparando para poner en marcha un “plan B” que se activaría cuando el país gobernado por Tsipras entrara en el temido default. Sin embargo, nadie se aventura a dar detalles sobre esta alternativa, aunque los ministros de finanzas de la zona euro comienzan a valorar un nuevo camino para Grecia ante el viaje hacia ninguna parte que han significado las conversaciones para desbloquear el rescate de Grecia, que duran ya tres meses.
Sin embargo, el medio económico aseguraba que, de cara a la galería, Alemania se ha mostrado dispuesta a agotar todas las opciones para llegar a un acuerdo con Grecia antes del 30 de junio, fecha en que expira la segunda prórroga del rescate griego.
ALEMANIA NO QUIERE ACABAR CON LAS MANOS MANCHADAS
Reuters explica esta reacción de Angela Merkel, que se ha comprometido a seguir en contacto con Alexis Tsipras a lo largo del proceso de negociaciones entre el Ejecutivo de Atenas y sus acreedores, como una maniobra de la canciller germana para no ser señalada como la culpable de la quiebra del país.
Un funcionario griego ha explicado a la agencia que durante una conversación telefónica, Tsipras y Merkel “expresaron su voluntad común para una comunicación estable en el curso de las negociaciones para obtener pronto una solución mutuamente beneficiosa”. El mismo funcionario afirmó que equipos técnicos del país heleno y sus acreedores internacionales mantendrían hoy lunes otra llamada telefónica y que este próximo miércoles también se reunirían para acercar posturas.
En los días anteriores a la reunión del pasado 24 de abril, Merkel ya declaró que “debe hacerse todo para evitar" que Grecia se quede sin dinero. "Por parte de Alemania, estamos preparados para dar todo el apoyo que se no pida. Pero, por supuesto, hay que hacer reformas", agregó.
Pero la agencia insiste en que esta muestra de buena voluntad no es más que un ejercicio de Alemania para no acabar siendo la villana implacable que ha llevado a Grecia al desastre. De hecho, insinúa el medio que podría ser la reacción de la canciller a las acusaciones del Gobierno izquierdista griego, que culpa a Alemania de imponer unas políticas de austeridad tóxicas a los griegos, provocando una "crisis humanitaria”.
Tsipras se lleva entre manos un juego de “poli bueno, poli malo” con su titular de Finanzas, Yanis Varoufakis
Para Craig Erlam, el comportamiento de Tsipras obedece a que se lleva entre manos un juego de “poli bueno, poli malo” con su titular de Finanzas, Yanis Varoufakis. Mientras él tiende una mano a Alemania y al resto de autoridades de la zona euro, el polémico ministro hizo públicas las profundas desavenencias con sus homólogos entre los socios del euro, con el siguiente tuit: "Son unánimes en su odio hacia mí. Y yo doy la bienvenida a su odio". Se trata de una de las frases que proclamó el presidente de Estados Unidos, Franklin D. Roosevelt, en un discurso en 1936 durante la campaña de las elecciones presidenciales.
Varoufakis ha sido el primero en repartir culpas entre los acreedores helenos de la situación del país, arremetiendo también contre el BCE, a quien acusó de "asfixiar" a Grecia al dejar a sus bancos sin liquidez y limitar su capacidad de préstamos a corto plazo al Gobierno, recuerda Reuters. El presidente de la entidad, Mario Draghi, dijo en el Parlamento Europeo que "el apoyo del BCE a Grecia es de unos 110.000 millones de euros, pero que los tratados le impiden financiar monetariamente a los gobiernos”.
Al igual que Merkel, el BCE tiene claro que no quiere acabar con sus manos manchadas con el drama griego y fuentes internas aseguran que la autoridad monetaria "se niega a ser el que apague el interruptor”. Si Draghi considera que su apoyo a los bancos griegos ya no es sostenible más tiempo, buscará una decisión política de los gobiernos de la Unión Europea, asegura la agencia.
Lea también: Aumenta la posibilidad de un Grexit y se aleja la esperanza de un acuerdo a corto plazo
"PLAN B"
Para analistas consultados por Bolsamanía como Giancarlo Prisco, de Fit Group-Admirall Markets, la Troika “ni siquiera considera la salida de Grecia, por ser peligrosa y desestabilizadora y también porque la mayoría de la deuda griega está en poder de las principales organizaciones internacionales”. Apunta también al ya citado “plan B” que no sería la salida de Grecia del euro. De hecho, explica que “si se piensa en ello un momento, el país heleno se encuentra en un estado de fuerza, a pesar de la incómoda posición. Si ella no recibe ayuda a sus condiciones, la quiebra será más dañina para los acreedores del país que para la propia Grecia”.
Señala el experto que “el default no significa necesariamente Grexit”. Y en esto es en lo que se está empezando a trabajar, opinión que también corrobora Erlam quien, no obstante, pone el acento en que esta opción no ha sido corroborada por todas las partes implicadas, de la misma manera que aún no ha habido confirmación por parte del BCE de si en estas condiciones “los bancos griegos aún tendrían acceso al programa de asistencia de liquidez de emergencia (ELA), que es lo único que por ahora está evitando que el sistema financiero del país se derrumbe”.
PLANES "C" Y "D"
Prisco: La quiebra será más dañina para los acreedores del país que para la propia Grecia
El BCE, por su parte, tendría su propio “plan B” (o C) sobre la mesa que consistiría en la implementación de una moneda alternativa al euro, un nuevo dracma que se pondría en circulación en el país para pagar a funcionarios. “El BCE ha analizado un escenario en el que Grecia se queda sin dinero y empieza a pagar a sus funcionarios con pagarés, creando una segunda moneda virtual dentro del bloque del euro”, aseguraban fuentes consultadas por el diario El Mundo. Sin embargo, José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España, valoraba la posibilidad de que se implemente esta moneda alternativa como "rumores publicados en diferentes medios y que por el momento no ha recibido el respaldo o el rechazo oficial".
Para Robert Casajuana, gestor de carteras en SLM y profesor de ISEFi, se trata de un escenario muy posible y "más en los casos en que un país tienen problemas con su fondo de maniobra, es decir cuando el cash flow no es suficiente para cumplir con las obligaciones a corto plazo para su funcionamiento". Para Casajuana, "Eso lo refleja muy bien la curva de tipos de Grecia, que esta invertida: eso es que el coste de su deuda pública a corto plazo es superior al coste a largo plazo, y eso es una señal muy negativa para un país".
Prisco además, destaca que Grecia está trabajando en lo que se podría llamar un “plan D”: “Un acuerdo con Rusia que podría llevar a las cajas de Atenas 5 billones de euros en concepto de anticipo sobre pasaje de la tubería de petróleo”. Moscú niega estas informaciones de las que se hizo eco Der Spieguel, medio que establece que este martes se firmará un preacuerdo entre los dos países en Atenas.
PRÓXIMAS FECHAS CLAVE PARA GRECIA
- El país heleno debe pagar 200 millones de euros al FMI el próximo 1 de mayo y 780 millones el 12 de mayo.
- La fecha final es a finales de junio, cuando expira el actual programa.
- Las necesidades financieras de Grecia para los próximos 12-18 meses se encuentran entre 25.000-30.000 millones de euros.
- La próxima reunión del Eurogrupo es el 11 de mayo. Para algunos esta es la fecha determinante para llegar a una acuerdo. Sin embargo, los expertos de Rabobank decían la pasada semana que tampoco prevén que se llegue a un acuerdo en ese encuentro.
Lee además:
Alemania piensa en un "Plan B" para Grecia tras la tensa reunión del Eurogrupo
¿Tiene el euro realmente descontado el 'juego del gallina' entre Grecia y el Eurogrupo?
El BCE se prepara para una moneda paralela en Grecia ante una inminente quiebra