Grecia: adultos obligados a vivir como adolescentes
El amor en tiempos de crisis
- Atenas centra la atención del mundo ante las cruciales elecciones del domingo
- 'Las cosas cosas han perdido un poco de romanticismo'
"Las cosas cosas han perdido un poco de romanticismo", dice apesadumbrado Tommy. Un joven griego que trabaja como DJ en un local de moda en Glyfada, un barrio del sur de Atenas. Grecia asume este fin de semana el papel protagonismo en la actualidad política y económica. En la mesa del bar, Katerina Fotopoulou, de 30 años, se describe a sí misma como un adulto obligado a vivir como un adolescente.
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Las elecciones que mañana se celebran en Grecia copan la atención de medio mundo, ante el auge del partido de extrema izquierda Syriza, que pretende renegociar con la "troika" (Banco Central Europeo, Fondo Monetario Internacional y Comisión Europea) las condiciones de su rescate. La formación del carismático Alexis Tsipras, ha entusiasmado a un electorado abatido por las duras exigencias económicas impuestas por los acreedores internacionales.
Siempre estamos hablando de planes de futuro, ir de vacaciones... pero nunca nadie hace nada
La ilusión es una de las bazas de Syriza en medio de un ambiente en el que jóvenes como Tommy que trabaja como DJ en un local de moda en Glyfada, un barrio del sur de Atenas: "Las cosas cosas han perdido un poco de romanticismo (...) La crisis ha forzado a pensar en el amor como una prioridad secundaria. Hay otras cosas por las que preocuparse. Veo muchas mujeres buscando a alguien que tenga dinero para ir de vacaciones. Lo veo demasiado y me entristece".
La crisis ha forzado a pensar en el amor como una prioridad secundaria
Esta es una de las declaraciones destacadas de un reportaje de BBC. La cadena de televisión británica rememora la novela de Gabriel García Márquez "El amor en los tiempos del cólera" con un "Grecia: el amor en tiempos de crisis".
En uno de los locales de la zona, Katerina Fotopoulou, de 30 años, declara: "Ahorramos para venir una vez cada pocos meses (...) No tenemos dinero para hacer mucho más. Siempre estamos hablando de planes de futuro, ir de vacaciones... pero nunca nadie hace nada". Katerina se describe a sí misma como un adulto obligado a vivir como un adolescente.
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