En España hay una sobreoferta de viviendas que se mueve entre las 525.000 y 550.000. Más de la mitad está en manos de las entidades financieras y de la Sareb o "banco malo". Son cálculos de la Fundación de Estudios Inmobiliarios (FEI), cuyo presidente Julio Gil, explica que "hay en torno a 700.000 casas nuevas sin vender, pero entre 150.000 y 175.000 son necesarias para un funcionamiento normal del mercado, sin tensiones en los precios".
El País recopila las opiniones de expertos en el sector, cuando el mercado quiere pensar que están quedando atrás los estragos del estallido de la burbuja inmobiliaria, y argumentan las multimillonarias inyecciones de dinero de famosos inversores mundiales que apuestan por el ladrillo en España entrando en el capital de inmobiliarias o socimis, o la reactivación de planes urbanísticos como la colosal operación Chamartín.
Más de esas 500.000 casas aún buscan dueño. Cerca del 41% de este excedente está alejado de núcleos urbanos y carece de infraestructuras y servicios. El economista y profesor Gonzalo Bernardos de alrededor de las 500.000 que calcula, 350.000 están a medio construir o muchas llevan cinco o seis años abandonadas.
¿Y cuánto dinero está ahí estancado? Luis Rodríguez de Acuña, director financiero de R.R. de Acuña & Asociados, cifra la inversión bloqueada en 44.000 millones de euros en casas y 24.000 en suelos, mientras que Darío Fernández, director de Residencial, Urbanismo y Suelo de JLL, estima que podría superar los 35.000 millones de euros.
Lee además:
Realia se dispara un 14% tras la marcha atrás de FCC a su venta aludiendo a su fuerte balance.
Un inversor mexicano compra el edificio Gran Vía 14 por 21 millones de euros.