El petróleo sigue desplomándose y cae un 10%, el West Texas se negocia en los 66 dólares
Hay una guerra relativamente silenciosa, una guerra que se vive fuera de las miradas de los consumidores y es la guerra del petróleo. Pero la guerra es diferente. La guerra se sitúa en pleno desplome en el precio del crudo, el mercado es testigo de caídas que están llevando a que el precio del petróleo vuelva a niveles de 2010, a niveles lejanos a los 140 dólares en los que se encontraba en 2008, una situación que para muchos puede plantear un riesgo para los mercados.
El petróleo está registrando una caída acentuada en su precio desde hace ya varias semanas, lo que convirtió, a la última reunión de los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), 12 países en total, en un verdadero campo de batalla. De ahí las palabras del ministro saudita de petróleo, Ali al-Naimi que afirmaba a la salida de la reunión que se había adoptado "una gran decisión".
Una gran decisión en la que se acordó (con el desacuerdo evidente de países como Venezuela e Irán) mantener la producción de 30 millones de barriles diarios. "Los exportadores de Medio Oriente involucrados en una guerra de precios para defender su cuota de mercado han sido los que han liderado esta decisión", comentaban en los corrillos.
Emiratos Árabes Unidos, un día antes de la reunión afirmaba que los precios del petróleo se estabilizarían pronto, al tiempo que elevó la presión a los productores fuera del cartel para que ayuden a equilibrar el mercado. "No se trata de una crisis que requiere que entremos en pánico (...) Hemos visto (precios) mucho más bajos", afirmaba el ministro del Petróleo de EAU, Mohammed al-Mazroui. "Creo que todos necesitan tener un rol en equilibrar al mercado, no la OPEP unilateralmente", insistía.
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UNA PELIGROSA BATALLA...
Así las cosas, se trata de "una gran decisión" que para muchos expertos es considerada como una gran victoria para Arabia Saudi, para otros una conspiración entre Arabia Saudí y EEUU para atacar a Rusia (país que no es miembro de la OPEP) y para otros la perfecta teoría de la conspiración contra las nuevas fuentes de suministro como las arenas petrolíferas de Canadá y las operaciones de esquiso de EEUU.
Lo cierto es que para todos, Arabia Saudí sale ganando: los abundantes activos que poseen en el extranjero les permitirían aguantar que el crudo siga barato por lo menos a lo largo de 2015 y centrarse así en apuntalar sus cuotas de mercados. "El petróleo "barato" ayuda a los productores sauditas a competir mejor contra los EEUU, donde los costes de producción son elevados.
Pero esta guerra no es nueva, Arabia Saudí y otros grandes productores de petróleo ya mostraban su desacuerdo contra las operaciones de fracking en EEUU y que han llevado a que los grandes productores de petróleo entren en una guerra para no perder su cuota de mercado desencadenando lo que muchos otros expertos denominan: la teoría de la conspiración. Una teoría que apunta a poner fin a uno de los argumentos que explican la caída del precio del petróleo: la bonanza de la producción de esquisto en Estados Unidos y un crecimiento económico más lento en China y Europa.
Como bien recuerda en un artículo Bloomberg, cuando el precio llegó a caer por debajo de los 75 dólares el barril, puso a prueba el nivel en el que los perforadores de EEUU en Dakota del Norte y Texas pueden dejar de tener beneficios con las operaciones de fracking ( fractura hidráulica para extraer gas o petróleo). Es más, en ese momento, algunos reconocieron que reducirían la producción.
"El auge de esquisto está a la par con el auge de las puntocom. Los jugadores fuertes permanecerán, los débiles desaparecerán", comentaba sobre esto Leonid Fedun, vicepresidente y miembro del consejo de OAO Lukoil (LKOD), durante una entrevista en Londres.
La próxima vez, es probable que la OPEP tenga que recortar de manera más agresiva de lo que necesitaba en la última reunión.
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EL DESPLOME CONTINÚA
Lo cierto es que los precios del crudo se han desplomado en las últimas semanas muy por debajo de los 80 dólares por barril, es más desde junio se han hundido un 30% llegando incluso a perder el pasado jueves los 70 dólares por barril por primera vez en cuatro años en el caso del West Texas que caía junto al Brent por momentos más de un 7%.
Este viernes el desplome continúa, el precio del West Texas cae casi un 10% y se sitúa por momentos en los 66 dólares el precio del barril. Y esto, para muchos es un peligro, un descontrol que ni siquiera la OPEP puede frenar (o no quiere frenar).
"Esperamos un trimestre caótico por delante, con los precios del petróleo muy por debajo de su nivel sostenible", decían en una nota los analistas de Standard Chartered . De hecho afirman que la presión sobre los precios que ha dejado la OPEP al mantener la producción en los niveles actuales sea tan fuerte que oblige a los países miembros a reunirse antes del 15 de junio (fecha prevista para la siguiente reunión)".
Es más, Paul Horsnell veterano analista aseguraba que la próxima vez, es probable que la OPEP tenga que recortar de manera más agresiva de lo que necesitaba en la última reunión.
Para los expertos de Morgan Stanley, las consecuencias de mantener la producción en los niveles actuales en realidad son imprevistas. "Los bajos precios de hoy pueden aumentar el riesgo de choques de precios en el futuro. Los precios más bajos y a más largo plazo pueden crear un shock de los precios en los próximos años", advierten.
Para la OPEP sin embargo, los precios más bajos reducirán la tasa de crecimiento de la producción de los países que no son miembros, mejorarán la recuperación económica mundial y ayudarán a estimular la demanda de petróleo y con ello su cuota. La respuesta en todo caso, la dará el mercado.
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