Aunque el banco anticipa más una corrección profunda que un mercado bajista
“Alarma roja”. Esa es la alerta que ha lanzado el indicador de mercado bajista (bear market) que elabora el banco estadounidense Goldman Sachs y que se ha situado en máximos desde principios de los años 70, hace casi 50 años.
Según ha confirmado Peter Oppenheimer, estratega jefe de Goldman en EEUU, este indicador ha subido hasta 73 puntos, su máximo desde finales de los años 60 y principios de los 70 del siglo pasado. Este medidor tiene en cuenta la tasa de desempleo, los datos de manufacturas, la inflación subyacente, la estructura de la curva de tipos de interés y la valoración del mercado según el ratio Precio/Beneficio creado por el Premio Nobel Robert Schiller.
“Históricamente, cuando el indicador supera los 60 puntos es una buena señal para adoptar una posición cautelosa, y también para reconocer que es más probable que una corrección seguida de un rally anticipe un mercado bajista a continuación”, ha explicado Oppenheimer, según ha recogido CNBC.
Para este experto, el “el endurecimiento de las condiciones financieras y el impacto de los aranceles a China han reducido el ritmo de crecimiento global”. Buenos ejemplos de la incertidumbre que domina Wall Street se encuentran en Apple y Amazon, que se han desplomado un 20% desde sus máximos históricos y han entrado en lo que se denomina 'bear market'.
No obstante, el estratega de Goldman ha añadido que, actualmente, el indicador también puede estar anticipando tan sólo una “fuerte corrección, en lugar del inicio de un mercado bajista prolongado”. Su previsión es que las bolsas enfrenten “un periodo de bajos retornos, en lugar de un mercado bajista”.
En este escenario, Goldman no está anticipando una recesión en EEUU, sino una etapa de menor crecimiento tras el impulso que ha tenido para la economía americana la reforma fiscal aprobada a finales de 2017. Hay que tener en cuenta que EEUU vive el ciclo económico más largo de su historia.
Sin embargo, para que Goldman anticipase una recesión, haría falta que se produjera un fuerte repunte de la inflación que obligara a la Fed a elevar los tipos de interés más rápido de lo esperado. Pero ese escenario está prácticamente descartado actualmente, debido a que no se observan presiones inflacionistas en EEUU.
“Nuestra visión de que habrá bajos retornos está basada en la idea de que, sin una recesión, un mercado bajista no es probable. Y aunque la probabilidad de retornos negativos aumenta conforme el crecimiento se frena, no será alta hasta que el PIB crezca a un ritmo menor al 1%”, ha concluido el respetado estratega de Goldman.