MADRID, 26 NOV. (Bolsamania.com/BMS) .-
Muchas palabras y pocos actos. Este parece ser el mal endémico de la Unión Europea y, en concreto, también de nuestro país. Si las autoridades políticas continúan
haciendo declaraciones en lugar de actuar, lo único que se va a conseguir es que la
desconfianza, que alcanza ya unos niveles exorbitantes, aumente todavía más. Esta mañana, precisamente, nos ha llamado un usuario a la página y nos ha pedido, directamente, que dejemos de centrar nuestras estrategias en el Ibex, porque
“va a caer hasta los infiernos”. Ni nosotros centramos sólo nuestras estrategias en el Ibex ni el hombre tiene una “bola de cristal” que le asegure qué es lo que va a ocurrir. No obstante, si a él le sumamos unos cuantos cientos de miles que piensan igual y también invierten en Bolsa, es normal que, efectivamente, nos estemos yendo a los infiernos. Concretamente, el hombre ha dicho que los gobernantes
“no paraban de decir bobadas” y que la única realidad era que el Ibex se va a desplomar. “Sigan otros índices porque les lee mucha gente que se puede quedar muy 'pillada' si apuestan por el Ibex” (por cierto, llevamos toda la semana diciendo que cualquier subida es sólo un rebote y que el índice se podría ir a por los 9.300-9.200).
Dejando al margen opiniones, lo cierto es que la sensación que existe actualmente es de
tanta incertidumbre que asusta. Los representantes políticos, dentro y fuera de nuestras fronteras (excluyendo a Merkel), se han esforzado durante toda la semana en poner calma, pero
han conseguido todo lo contrario. ¿No sería mucho mejor que actuaran más y que hablaran menos?
El problema es que
sus actuaciones tampoco son bien recibidas. ¿Por qué? Porque da la sensación de que todo se hace
apresuradamente, “sin orden ni concierto”. De hecho, a nivel europeo, esta semana más de un analista se quejaba de la falta de
modus operandi al rescatar a los países, algo que restaba eficacia a estos rescates. Y, en este contexto, tanto Merkel como Sarkozy han dicho que
hay que trabajar para crear un mecanismo permanente de gestión de crisis más allá de 2013.
El problema es que parece que son sólo Merkel y Sarkozy quienes se empeñan en poner orden en este desaguisado y que el resto,
o no quiere hacerlo o no se entera. Esto guarda cierto paralelismo con la crisis en el sector bancario, en el sentido de que, cuando alguien ha intentando “meter mano” a las entidades y poner normas más estrictas,
siempre han salido voces que han dado un “no” por respuesta, porque no están interesadas en que controlen su forma de ganar dinero. En la Zona Euro, el problema no parece ser tanto que quieran menor control para poder actuar con mayor libertad, como que no
no consiguen ponerse de acuerdo ni se organizan adecuadamente.
Durante los últimos meses nos han “mareado”, literalmente, con encuentros del Eurogrupo, el Ecofín, el G-20… A éstos han acudido todos los líderes a hacerse la foto y poco más. Llama la atención que, cuando los medios intentamos cubrir estas reuniones para informar adecuadamente, hay retrasos en las comparecencias previamente fijadas, no se sabe a qué hora hablarán los portavoces, se solapan ruedas de prensa…
Si es imposible que se organicen incluso en estos casos, ¿cómo van a organizarse para decidir cómo deben funcionar “de verdad” conjuntamente?
Y mientras tanto,
Portugal ha desmentido que le estén presionando para aceptar un rescate económico, tal y como informaba esta mañana
Financial Times Deutschland, en un día en el que su Parlamento aprueba los presupuestos para 2011. Al mismo tiempo, se habla del
rescate de Belgica y, en nuestro país, mañana pondremos “la guinda” a una semana cargada de “gestos” y declaraciones (y también de mucho enfrentamiento político que transmite la sensación de que, lejos de preocuparse por nuestro bienestar, a nuestros gobernantes -unos y otros-
sólo les preocupa ganar las próximas elecciones, lo cual no deja de ser triste, triste.) En cuanto a la “guinda” de la que hablamos, mañana se reunirá el presidente con representantes de las
37 principales empresas de nuestro país. Al final, el número se ha incrementado en siete más (inicialmente eran 30), cuyos representantes han llamado directamente a Zapatero para ser convocados. Entre ellos están Sabadell, Abertis o Hispasat. Igualmente, el Rey se reunió ayer con Salgado. Dicen desde Moncloa que la reunión entra dentro de las habituales del Monarca con los ministros, pero lo cierto es que es la primera vez que los periodistas estaban allí para dejar constancia.
Por lo demás, a estas horas
el diferencial del bono español frente al Bund alemán está marcando un nuevo máximo desde la entrada en el Euro en los 263 puntos básicos. Nuestro Ibex, por su parte, ya cae más de un 2% y deja atrás el soporte de los 9.550-9570 puntos. Ahora, nuestro selectivo tiene ante sí el siguiente soporte en los 9.250-9.300 puntos, nivel que podría romper también como las cosas sigan así. Además, recuerden que hoy en Estados Unidos viven su
“Viernes Negro”. Seguramente esta tarde empecemos a conocer cifras de ventas preliminares. Esperemos que, al menos, éstas sean buenas.
Una última anotación: El presidente del Gobierno ha dicho que descarta “absolutamente” que España vaya a necesitar un rescate. Más palabras…
Nieves Amigo