El catalán Artur Segarra, condenado a muerte en Tailandia por el asesinato de David Bernat
Segarra ha sido sentenciado por haber secuestrado, torturado y asesinado a Bernat
- El juicio se celebró en febrero y quedó visto para sentencia
El empresario catalán Artur Segarra ha sido condenado a pena de muerte este viernes por un tribunal tailandés por el asesinato en enero de 2016 de su compatriota David Bernat, según ha informado el diario digital tailandés Khaosod. Será el primer reo ejecutado en Tailandia desde 2009.
Segarra, que según señala el diario 'Regió 7', había sido candidato de Plataforma por Catalunya (PxC) en Manresa, ha sido sentenciado por haber secuestrado, torturado y asesinado a Bernat, además de por haber desmembrado su cadáver. Los fragmentos del cuerpo de Bernat fueron encontrados por las autoridades flotando en el río Chao Phraya.
El juicio quedó visto para sentencia el pasado mes de febrero y se le acusó de secuestro con el móvil de extorsión y robo, y terminó asesinándole después de que la entidad bancaria anulara las transferencias de dinero realizadas a través de internet debido a medidas de seguridad.
Segarra ha defendido en todo momento su inocencia
Segarra, que en todo momento ha defendido su inocencia, ha comparecido ante el tribunal y, a su entrada en la vista, ha sonreído mientras mostraba en la mano una cita del Evangelio de San Lucas que dice textualmente 'Perdónales porque no saben lo que hacen'.
Segarra llevaba detenido en una prisión de Bangkok desde febrero de 2016, tras haber sido arrestado en la provincia Sihanoukville, en Camboya y extraditado a Tailandia.
Durante el juicio, que se llevó a cabo entre finales de 2016 e inicios de 2017, Segarra sostuvo que es inocente de todos los cargos y aseguró ser víctima de una trampa en el cual implicó su exnovia tailandesa, Pridsana Saen-Ubon, quién atestiguó en su contra el pasado diciembre. Segarra tendrá dos oportunidades de recorrer la condena, ante el Tribunal de Apelaciones y el Tribunal Supremo, y cuando la sentencia sea firme podrá solicitar clemencia a la Casa Real para rebajar el castigo.
