La violación no convierte a Moscú en una nueva amenaza
Estados Unidos ha acusado a Rusia de haber violado el tratado sobre Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio, que eliminaba los misiles de crucero lanzados desde tierra con un alcance comprendido entre los 500 y los 5.500 kilómetros.
El Departamento de Estado de Estados Unidos ha señalado en un comunicado que "han intentado abordar el tema con Rusia durante algún tiempo" y que “han alentado a Rusia a que cumpla con las obligaciones que determina el tratado", firmado en 1988. Además, ha pedido a Moscú que "destruya y prohíba" este material "de forma verificable", según ha informado la agencia británica Reuters.
En base a estas informaciones, el director ejecutivo de la Asociación de Control de Armas, Daryl Kimball, ha asegurado que el Departamento de Estado se estaba planteando publicar una condena formal ante la actitud de Rusia, que el pasado mes de enero realizó maniobras con este tipo de misiles.
De todos modos, Kimball ha declarado que el gran arsenal de misiles con el que cuenta con Moscú hace que esta violación del tratado no convierta a Rusia en una nueva amenaza ni para Estados Unidos ni para sus aliados.
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