MADRID, 11 OCT. (Bolsamania.com/BMS) .- Hablar con Daniel Lacalle es disfrutar y aprender. Disfrutar con unas ideas muy claras expresadas de una forma aún más clara, y aprender con todo lo que su experiencia como gestor de
hedge funds le ha ido aportando a lo largo de los años y ahora él explica en su libro
“Nosotros, los mercados: qué son, cómo funcionan y por qué resultan imprescindibles”.
Sobre la política económica de los bancos centrales, sobre España, sobre sus recomendaciones de inversión o sobre los susodichos
hedge funs. Sobre éstos y muchos otros temas Lacalle ha ofrecido su interesante punto de vista en una entrevista en exclusiva para
Bolsamanía.
Pregunta. Vamos a empezar por lo que considero que más interesa a nuestros usuarios. Usted gestiona uno de los hedge funds más importantes en la City londinense, ¿en qué están posicionados?
Respuesta. Ahora mismo estamos
posicionados en Europa. Tenemos exposición neta larga a
Europa periférica, Italia, un poco de España, bastante también expuestos a Francia y Alemania, en sectores más
value que crecimiento. Estamos
buscando más rentabilidad por dividendo, buenos
cash flows, empresas que estén relativamente baratas. Muy expuestos a Reino Unido en esos mismos sectores.
P. Con un horizonte temporal a corto plazo, los analistas con los que hemos hablado estos días no recomiendan entrar ahora en renta variable. ¿Piensa usted lo mismo?
R. No,
yo creo que es momento de entrar en renta variable. Fundamentalmente porque las valoraciones acompañan, el entorno macroeconómico no es malo y ahora mismo lo que hay es un periodo de razonable escepticismo por
el tema de un techo de deuda que se va a levantar seguro.
P. Sobre esta situación que se ha generado en Estados Unidos, con el debate sobre los presupuestos y el techo de deuda, ¿le parece normal que las bolsas no se estén viendo mucho más penalizadas?
R. Me parece normal porque, primero,
un “parón” del Gobierno no tiene ningún tipo de impacto real sobre la economía. El impacto del “parón” del Gobierno del año 1994 con Clinton fue de menos de un 0,1% del PIB y, además, todo el mundo sabe que se va a llegar a un acuerdo. Por otro lado, tienes una
Reserva Federal que se está gastando 85.000 millones mensuales en sostener el sistema con liquidez.
P. Hablando de la Fed, ¿el tapering entonces sí cree que va a tener impacto en el mercado?
R. Por supuesto.
P. ¿Mucho?
R. Mucho, muchísimo.
P. ¿Aunque se realice una retirada moderada de estímulos?
R.
No existen las retiradas moderadas. Cuando tienes una Reserva Federal que compra el 72% de los activos de riesgo en los que participa, no existe un solo operador en el universo que tenga la capacidad de entrar en ese sistema creando el mismo efecto de liquidez. No existe.
P. Mirando ahora el Banco Central Europeo, y teniendo en cuenta lo que piensa usted de los estímulos a la economía, entiendo que una nueva LTRO, que parece bastante probable, le parecerá “más gasolina para el fuego”.
R. Sobre todo me parece una medida como las otras dos,
sin ningún tipo de efecto. Lo único que hace es
retrasar la necesaria limpieza del balance de los bancos. El BCE continúa incentivando a los bancos a seguir inflándose de deuda soberana y a no desligar esa simbiosis banca-Estado que tanto daño está haciendo en la economía real.
R. Precisamente en un debate sobre bancos centrales en Madrid, hace unos días, usted habló de la unión bancaria y se mostró escéptico e incluso llegó a afirmar que iba a ir mal y que iba a ser como “un gran Bankia europeo”. ¿Cómo se ve desde Londres el “chapucerismo” de todo el proceso Bankia?
P. Hombre, lo de Bankia ha sido una sorpresa. Recordemos que se hizo todo el proceso de salida a bolsa y de fusión en un entorno en el que
se acusaba a los mercados y a los anglosajones de criticar injustificadamente a la banca española, de que se estaban haciendo aseveraciones incorrectas. Entonces, obviamente, se siente un poco la gente como diciendo, “ya lo decía yo”.
P. Hablando de los bancos españoles, le quería preguntar por la reestructuración que se está haciendo en nuestro país. ¿Cree que va bien?
R. Con mucha diferencia. La reestructuración española
es de las más transparentes y efectivas que se están llevando a cabo. Tengamos en cuenta que en Francia, en Alemania y en Italia no se ha hecho un ejercicio similar “ni de lejos”.
P. A lo mejor es porque nuestros bancos estaban peor...
R. No, yo creo que no.
Nuestros bancos estaban muy mal, pero decir que nuestros bancos estaban muy mal y los franceses y los alemanes no, es faltar a la verdad. El problema de la banca europea es un
problema de todos los países. Es una banca hipertrofiada, muy expuesta a unos sectores muy dependientes del Estado y muy expuesta a unos préstamos de baja calidad que están ahí pesando mucho sobre el balance de los bancos.
P. Usted dice que el Estado es el mayor especulador que hay y que los bancos centrales son responsables de la crisis. Defiende usted muy vehementemente esta idea, también en su libro, y parece que exculpa a los hedge funds de todo posible mal. ¿Son una falacia, entonces, titulares como “Los hedge funds han decidido apostar contra el euro” o “Soros y sus especuladores apuestan 8.000 millones contra el euro”?
R. Lo son. Tú imagina que fuera cierto. Que se juntan varios
hedge funds que manejan, vamos a poner, 100.000 millones de dólares. Todos esos deciden que van a tirar el euro y
tienen enfrente a un solo operador, el BCE, con garantía ilimitada y con un balance que ha aumentado muchísimo en dos años... no es posible. Por otro lado, si se juntan y dicen que van a hacer algo que no tiene que ver con los fundamentales, hay otros 600 en Chicago, en Nueva York, en Londres que dicen, a por ellos...
P. O sea, que cuando se habla del impacto de las posiciones bajistas de los hedge funds se está hablando de algo inexistente.
R. Inexistente no, inocuo.
Los hedge funds no tienen ningún poder para mover el mercado. Los
hedge funds no son ni un 5% de los activos bajo gestión que se mueven en el mercado. El 95% de los activos que se mueven en el mercado sólo compran, que son los fondos institucionales.
P. Hombre, todo el mercado hablaba en su momento de los “PIGS” y de cómo iban cayendo uno a uno porque “las manos fuertes” estaban apostando contra ellos...
R. Vale, yo también he visto “Yo Robot”, y en “La Guerra de las Galaxias”, cuando explota una nave en el espacio, suena y sale fuego...
Es ridículo.
10 tíos sentados en una mesa, jugándose su vida, su capital, su dinero y su reputación para hacer una cosa, primero, con la que cuentan con todas las garantías de perder, porque tienen un banco central y a todos los países con su capital. La realidad es mucho más fácil que la estrella de la muerte flotando en el espacio. La realidad es que la economía europea se iba “a la porra”, que nadie lo reconocía, y que era evidente para cualquiera. Decir que los
hedge funds son un efecto y no una consecuencia, no es cierto.
P. Ahí entraría ya el debate moral. “Europa se va a la porra” y los hedge funds “facilitan” esa caída apostando contra el euro.
R.
Apuestas por lo que va a pasar. Estamos en un mercado, hay una cosa que se llama fundamentales y una percepción. Se analizan la percepción y los fundamentales.
Si la percepción está injustificadamente alta o injustificadamente baja, se toman posiciones bajistas o alcistas. No entiendo que se asuma que la posición alcista es una posición inversora y que la posición bajista es una posición especuladora, es ridículo.
P. Hablemos ahora de España. ¿Vamos a tardar mucho en salir de la crisis?
R. Mucho,
muchísimo. Hay que entender que podemos pasar una
década japonesa, de estar en estancamiento, si se mantiene un modelo como el que se está manteniendo de gasto público, un modelo extremadamente oneroso con unos impuestos muy altos... yo creo que España tiene que entender que
el año 2007 no va a volver. Hemos tocado fondo, pero podemos pasarnos en el fondo mucho tiempo.
P. ¿Qué hace entonces el Ibex subiendo tanto?
R. También subía mucho en el año 2007 y la economía no podía ir peor. Tenemos que tener en cuenta que hay un efecto coste de capital liderado porque baja la prima de riesgo. La prima de riesgo no baja porque todo vaya maravillosamente, sino por el apoyo del Banco Central Europeo (BCE) y
un entorno de crédito muy laxo en todo el mundo que permite que hasta Ruanda emita bonos al 6%. Entonces, yo creo que eso es un elemento coste de capital, que hace que suba la bolsa, que tiene un efecto muy típico. Por otro lado,
la bolsa no es un indicador de cómo va la economía real.
P. Es muy interesante también su idea de que hay un interés por crear burbujas, por volver al “sistema” que nos llevó a la crisis, por retomar, por ejemplo, la construcción y crecer a partir de ella. ¿Tiene la sensación de que España es un país sin alternativas para volver a crecer?
R. España tiene
un modelo de crecimiento erróneo basado en las subvenciones y en el apoyo estatal y ese problema genera baja rentabilidad, bajos márgenes y clientelismo. El problema de ese modelo es que, cuando no fluye el crédito de manera salvaje, no funciona. Lo que debería hacer España es crecer en todos los sectores que funcionan y, la primera forma de hacer que esos sectores funcionen, es
no tener una fiscalidad confiscatoria.
P. ¿Cuáles son esos sectores que funcionan?
R. Exportaciones, compañías tecnológicas, compañías de biotecnología, sanidad, seguridad... y, por supuesto, tenemos que valorar la industria turística y de servicios. Lo que no hay hacer es inflar el PIB artificialmente porque hay que sostener a todas las comunidades autónomas, municipios y centenares de miles de cargos políticos que hemos creado para “adornar” la burbuja inmobiliaria y de obra civil. Nos hemos pasado en infraestructuras... en todo. Lo que hay que hacer es
evitar ese modelo de crecimiento que nos habíamos planteado porque no funciona y dura poquísimo.
P. Querría terminar refiriéndome a las 10 reglas de oro para invertir que usted enumera en su libro. ¿Cual diría que es la más importante, la que un inversor no debería perder de vista en un momento como el actual?
R. Yo creo que hay dos. La primera,
“no invierta en lo que no entiende”. La segunda, “invierta en lo que las compañías son, no en lo que nos gustaría que fueran y, mucho menos, en lo que a las compañías les gustaría que pensasen que son”.
Nieves Amigo