Los datos ISM de noviembre sorprenden al alza
El mercado anticipaba una nueva caída del sector servicios de Estados Unidos en noviembre, aunque los datos de este lunes han sorprendido al consenso, con un indicador ISM que creció en el último mes, a pesar de que los datos PMI que elabora S&P Global Market muestran una caída en la producción de las compañías del sector.
El indicador sobre el sector servicios que elabora el ISM (Institute for Supply Management) muestra un alza hasta los 56,5 puntos en noviembre, superando los 54,4 puntos registrados en octubre y los 53,1 que esperaba el consenso. Los expertos consideran que este dato no favorecerá la reducción en el ritmo de subidas de tipos de interés por parte de la Reserva Federal (Fed).
Los analistas de Oxford Economics ven este aumento "sorprendente", y consideran que indica "un crecimiento persistente a medida que nos acercamos a finales de 2022", aunque la cifra de nuevos pedidos indican que "el futuro de la actividad no será tan robusto".
"La actividad sigue siendo bastante resistente por ahora, pero creemos que es solo cuestión de tiempo antes de que las subidas de tipos de interés de la Fed y las condiciones financieras más estrictas lleven a la economía a una recesión. Lecturas del ISM como esta, y el sólido informe de empleo de noviembre, solidificarán la determinación de la Fed de impulsar las tasas de interés al alza. Afortunadamente para los servicios, la caída que se avecina será menos dolorosa que la que sentirá el sector manufacturero", han agregado.
Este lunes también se ha conocido el índice PMI que elabora S&P Global Market, que ofrece un escenario menos halagüeño, ya que muestra una bajada hasta los 46,2 puntos, frente a los 47,8 de octubre. Este dato se encuentra en línea con lo esperado por el mercado, que anticipaba una caída hasta los 46,1.
La entidad encargada de difundir los datos destaca que "las cifras de noviembre señalan una contracción más rápida en la actividad de los negocios de todo el sector de servicios", con una "sólida y general" caída en la producción, que fue la segunda más pronunciada desde mayo de 2020.
Destaca la marcada caída en los nuevos pedidos, puesto que la demanda de los clientes nacionales y extranjeros se mantuvo débil durante el último mes. Las compañías realizaron esfuerzos por atraer el gasto del comprador, como muestra el ligero aumento de los precios, que experimentaron la subida menos pronunciada desde octubre de 2020.
Sin embargo, el cliente se sigue enfrentando con elementos que limitan su gasto, entre los que destacan la subida de tipos de interés y los altos niveles de inflación, un binomio que sigue lastrando la actividad de las compañías estadounidenses.
La caída en la demanda de clientes extranjeros fue la más pronunciada de los últimos dos años y medio, ya que las condiciones económicas en los mercados de exportación clave siguen siendo delicadas.
Los repuntes más suaves en los precios de venta siguieron a la disminución de las presiones de costes, ya que los precios de los insumos aumentaron al ritmo más lento de los últimos casi dos años.
La demanda moderada de los clientes condujo a una fuerte disminución de los pedidos pendientes de realización, que se une a la preocupación por la entrada de nuevos pedidos en el futuro, como muestra una confianza empresarial en niveles inferiores a su media.
En lo que respecta a los precios, las presiones en los costes volvieron a suavizarse, con una tasa de inflación de los precios de los insumos que disminuyó a su nivel más lento desde finales de 2020. Algunas empresas incluso observaron una reducción en el precio de ciertos insumos.
La contratación se mantuvo contenida, y en los casos en los que se produjo creación de puestos de trabajo, las empresas los atribuyeron en gran medida a la cobertura de vacantes de larga duración. El repunte de la dotación de personal fue sólo marginal y se convirtió en el segundo más lento desde septiembre de 2020.
Para Chris Williamson, economista jefe de S&P Global Market Intelligence, "los datos proporcionan una señal oportuna de que la salud de la economía estadounidense se está deteriorando a un ritmo marcado, con el malestar extendiéndose a través de la economía tanto para el sector manufacturero como de servicios".
"Los datos de la encuesta son ampliamente consistentes con un escenario de la economía estadounidense contrayéndose en el cuarto trimestre a una tasa anualizada de aproximadamente un 1%", ha agregado.
Sin embargo, también observa "algunos pequeños focos de resiliencia, en particular en los sectores de tecnología y salud, aunque otros sectores informan de una caída de la producción en medio del aumento del costo de vida, tasas de interés más altas, demanda global más débil y reducción de la confianza".