Desde los máximos marcados en marzo, el crudo no ha parado de caer
El petróleo Brent y el crudo West Texas cerrarán 2022 en positivo. El primero sube ahora en el año un 7% y el segundo, un 2%. Esto, después de vivir una primera parte marcada por el estallido de la guerra en Ucrania que, en el caso del Brent, le llevó a registrar máximos en marzo en 139,13 dólares el barril, un nivel que no se veía desde 2008. La segunda parte del año, sin embargo, ha sido mucho más negativa y ha estado dominada por las caídas. El Brent se sitúa ahora a duras penas por encima de los 80 dólares (83,79 dólares) y el WTI, en 78,66 dólares.
"Desde el máximo de 2022, los precios del petróleo han cotizado mayoritariamente a la baja, perdiendo casi un 40% en lo que queda de año. La preocupación por el debilitamiento de la demanda mundial y, en particular, por la ralentización de China, debido a su agresiva política de cierre para controlar el Covid, ha presionado a la baja los precios del petróleo. La fortaleza del dólar este año también ha presionado los mercados petroleros", explica Victoria Scholar, experta de Interactive Investor.
La OPEP+ intentó contrarrestar la caída de precios de este año acordando recortar la producción en 2 millones de barriles diarios en octubre. En diciembre, el cártel se abstuvo de rebajar más la producción a la espera de evaluar el impacto de la ralentización de la demanda china y el tope de precios del G7 sobre el petróleo ruso.
"De cara a 2023, los graves brotes de Covid en China y el temor a una recesión en todo el mundo parece que mantendrán a raya la demanda y los precios del petróleo. Sin embargo, la OPEP+ podría intervenir para compensar cualquier descenso importante y proporcionar un suelo si los precios del petróleo caen de forma demasiado agresiva", añade Scholar.