Arabia Saudí, Catar, Argelia o Venezuela se reúnen con Rusia y Omán para supervisar el pacto de reducir la producción en 1,75 millones de barriles diarios durante seis meses
Algunos socios de la OPEP, entre los que se encuentran Arabia Saudí o Venezuela, se reúnen este domingo en Viena junto a otros grandes productores, como Rusia, para supervisar el acuerdo de reducir la producción para apuntalar así los precios.
Los ministros de Arabia Saudí, Catar, Argelia y Venezuela, todos socios de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), se reunirán con otros grandes productores ajenos al grupo, como Rusia y Omán, para supervisar el pacto para reducir la producción en 1,75 millones de barriles diarios (mb/d) durante seis meses, recoge Efe.
Se reúnen para supervisar y analizar los datos del pacto de reducir la producción en 1,75 millones de barriles diarios (mb/d) durante seis meses
Los miembros de la OPEP junto con otros países que no pertenecen al grupo acordaron el pasado mes de diciembre empezar a aplicar este recorte de producción a partir del 1 de enero de este año. La OPEP se haría cargo de 1,2 mb/d del recorte, mientras que países que no pertenecen al grupo energético sacarían del mercado otros 558.000 barriles diarios, con Rusia asumiendo la mayor parte.
Para supervisar el cumplimiento del acuerdo se creó un comité encabezado por los dos mayores productores mundiales de petróleo: Arabia Saudí, líder del grupo, y Rusia, el productor de crudo más importante ajeno a él.
Tras la firma de este acuerdo los precios del petróleo subieron hasta máximos de 18 meses, con picos de más de 58 dólares por barril, pero se han depreciado desde entonces ligeramente a la espera de datos sobre la aplicación del pacto.
La OPEP informó esta semana de que el pasado diciembre redujo su bombeo en 220.900 barriles diarios para aplicar el recorte, con una producción media en ese mes de 33,085 mb/d. También vaticinó en su informe sobre el mercado petrolero, difundido esta semana, que el aumento de los precios puede tener un efecto rebote en la producción de crudo de esquisto en Estados Unidos, que se había reducido porque esa técnica de extracción es más cara y con bajos precios no es rentable.