El metal precioso ha pasado de alrededor de 1.800 dólares a 1.900 en sólo cuatro semanas
El reciente repunte del oro tiene recorrido y también hay razones para ser positivos con la renta variable relacionada con el metal precioso.
Así lo creen Claudio Wewel, estratega de divisas de J. Safra Sarasin Sustainable AM, y Jame Luke, gestor de fondos especializados en materias primas de Schroders.
El primero considera que las últimas subidas en el metal precioso aún tienen recorrido y arguye una serie de razones para justificar este planteamiento. En primer lugar, cree que el dólar estadounidense seguirá debilitándose, y espera que los rendimientos reales se moderen más adelante, lo cual es positivo para el oro. Además, considera que la situación política "propicia una mayor demanda estructural de oro". Por último, prevé que la recuperación de la actividad en China impulse las compras de oro físico.
"Creemos que es cada vez más probable que se superen los 2.000 dólares por onza antes de final de año", comenta Claudio Wewel. En este sentido, cabe subrayar que el oro ha tenido un buen comportamiento en lo que llevamos de año, pasando de alrededor de 1.800 dólares la onza a 1.900 dólares en sólo cuatro semanas.
J. Safra Sarasin Sustainable AM ahonda en las razones "estructurales" que justifican su visión favorable sobre el oro. Así, remarca las compras de los bancos centrales, que aumentaron notablemente el año pasado. En particular, los países emergentes parecen haber aprovechado la oportunidad para incrementar sus reservas en un contexto de caída de los precios durante el segundo semestre de 2022.
Turquía encabezó la lista de compradores de oro, añadiendo más de 120 toneladas a sus reservas. Sin embargo, también los bancos centrales de Egipto, Uzbekistán, Irak, India y China aumentaron notablemente sus tenencias.
"Teniendo en cuenta la congelación de las reservas rusas en dólares al comienzo de la guerra en Ucrania, consideramos que estas compras institucionales forman parte de un esfuerzo más amplio por sustituir las reservas en dólares por oro, de forma que se reduzca la dependencia de la buena voluntad política de Estados Unidos. Es probable que este proceso continúe, lo que debería actuar como un suelo para los precios del oro", explica Wewel.
Asimismo, desde la gestora recuerdan que las compras físicas constituyen la mayor parte de la demanda total de oro. "Dada la importancia de los compradores chinos e indios, la demanda de joyas debería reacelerarse junto con la inversión en lingotes y monedas a medida que la actividad china repunte y el consumo recupere los niveles pre-Covid", insiste.
Desde Schroders no sólo son positivos con el oro, sino con las acciones relacionadas con éste, y ofrecen dos razones para ello.
"Aparte del buen comportamiento típico durante las recesiones, también destacaríamos otras dos razones para adoptar una postura positiva sobre el oro y la renta variable relacionada. En primer lugar, el entorno operativo general para la renta variable relacionada con el oro parece estar mejorando en 2023", indica Jame Luke. Explica que el año pasado los márgenes de beneficio de los productores de oro se vieron reducidos por el aumento de costes. "Los márgenes podrían volver a ampliarse este año con unos precios del oro más altos. En cuanto a los costes, en algunos sectores ya se están produciendo caídas", apunta el gestor.
En segundo lugar, los títulos de los productores de oro cotizan baratos en el largo plazo y los inversores siguen muy infraposicionados.