Ante las condiciones difíciles del mercado y los "signos de estrés" de la economía global
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) ha revisado a la baja sus previsiones de crecimiento de la demanda mundial de petróleo a medio y largo plazo debido a las difíciles condiciones del mercado y a los "signos de estrés" de la economía global. La organización señala, además, que los últimos doce meses han sido "desafiantes" para el sector de la energía una vez más.
En concreto, la OPEP ha rebajado las perspectivas hasta los 104,8 millones de barriles por día para 2024 y los 110,6 millones de barriles por día para 2040. Sus 14 miembros esperan que la demanda de petróleo continúe creciendo a "tasas relativamente saludables" en los próximos cinco años, con lo que predicen un aumento de 6,1 millones de barriles por día en comparación con el nivel de 2018. El crecimiento promedio será de alrededor de 1 millón de barriles por día durante el medio plazo, con la probabilidad de que la demanda incremental provenga principalmente de países no pertenecientes a la OCDE.
El mercado de la energía se muestra cada vez más preocupado por un nuevo aumento de la oferta y caída de la demanda
"Han aparecido signos de estrés en la economía mundial y las perspectivas para el crecimiento mundial, al menos a corto y medio plazo, se han revisado a la baja repetidamente durante el año pasado", asegura la OPEP. Así, según su informe, "a nivel global, se pronostica que el crecimiento disminuirá de un nivel de 1,4 millones de barriles por día en 2018 a alrededor de 0,5 millones hacia el final de la próxima década".
En cuanto al largo plazo, la OPEP proyecta que la demanda mundial de petróleo aumente en aproximadamente 12 millones de barriles por día, pasando de 98,7 millones en 2018 a 110,6 millones en 2040. Consideran que India es el país con el crecimiento de la demanda más rápido y la mayor demanda adicional en las próximas dos décadas.
Precisamente, este informe llega en un momento en el que el mercado de la energía se muestra cada vez más preocupado por un nuevo aumento de la oferta y caída de la demanda, la misma situación que precipitó una caída dramática en los futuros del crudo desde mediados de 2014 hasta 2016. Desde octubre de 2018, cuando los futuros del crudo Brent subieron hasta alcanzar los 86 dólares, el índice de referencia internacional ha caído casi un 30%. El West Texas, por su parte, ha caído casi un 20% durante el mismo período.
"Estamos viendo un gran aumento en el suministro no perteneciente a la OPEP en los próximos meses, no solo en EEUU, que aún continúa creciendo, sino que estamos viendo un gran aumento de Brasil y Noruega". "Mientras tanto, el crecimiento de la demanda se está desacelerando debido al peor clima económico. Entonces, vemos un retorno a un superávit importante a principios del próximo año", señala a la CNBC el jefe de la división de industria y mercados, Neil Atkinson.
Añade que, ahora, tanto la OPEP como los miembros aliados no pertenecientes tendrán que decidir si serán necesarios más recortes de producción cuando se reúna a principios de diciembre.
Este martes, el petróleo avanza alrededor de un 1%, con el Brent cotizando en la zona de los 62,8 dólares y el West Texas, en los 57 dólares por barril.