Las acciones de la minería de este material "siguen siendo relativamente poco apreciadas"
El oro ha acaparado múltiples titulares en los últimos meses, moviéndose cerca de sus máximos históricos, aunque este no es el único metal que está brindando oportunidades en bolsa, y ahora los analistas se fijan en el potencial del cobre, cuyo precio "está retrocediendo desde su máximo de casi diez años, pero está más cerca de picos históricos que de mínimos", como apuntan desde AJ Bell.
El director de inversiones de AJ Bell, Russ Mould, asegura que la caída cercana al 10% en el precio del cobre desde los máximos de mayo "puede reflejar preocupaciones sobre la economía china, el ritmo más lento de lo esperado de la demanda de vehículos eléctricos o la fe de los mercados financieros en que el enfriamiento de la inflación significa que hay menos necesidad de coberturas de activos duros contra la caída del valor del papel moneda, pero el contexto a largo plazo para el metal industrial todavía parece positivo". El metal ha iniciado un rebote en bolsa desde finales de junio, aunque sigue lejos de los máximos de mayo.
"El impulso mundial para adoptar energía renovable y el auge de los vehículos eléctricos requerirán enormes inversiones en transmisión y distribución de energía y, por lo tanto, impulsarán la demanda de cobre, mientras que las mineras no están aportando mucha capacidad nueva después de los tiempos difíciles de la segunda mitad de la última década. Lo que es aún más intrigante es que las mineras de cobre se sienten muy desatendidas en comparación con los boyantes índices bursátiles principales", agrega.
De esta manera, una de sus principales apuestas para beneficiarse del potencial de este material son las compañías mineras de cobre, cuyas acciones "siguen siendo relativamente poco apreciadas".
"Las mineras de cobre han tenido una buena racha desde los mínimos cíclicos de 2016 y el pánico inspirado por la pandemia de 2020, pero no les ha ido tan bien como a los mercados bursátiles en general, especialmente en EEUU, que sigue esclavizado por las acciones de tecnología y por los nombres relacionados con la inteligencia artificial en particular, incluso si el cobre bien puede ser un facilitador clave de muchos temas relacionados con la IA", señala.
De esta manera, considera que "el cobre será una parte clave de la infraestructura de la red que proporciona energía a los centros de datos y servidores que proporcionarán y permitirán el desarrollo de grandes modelos lingüísticos".
"De hecho, las mineras de cobre están cotizando a mínimos de varios años en relación con el índice S&P 500 de Estados Unidos, lo que sugiere que si los mercados realmente creen en el fenómeno de la IA, puede haber formas alternativas y más baratas de aprovecharlo en lugar de acumularse en Nvidia", añade.
Además, apunta que estas mineras necesitan grandes dosis de inversión, ya que "el colapso del precio del cobre después del derroche de inversiones de capital de principios de la década de 2010 también estará fresco en la memoria de muchos ejecutivos de la minería del cobre y no querrán volver a cometer el mismo error".
"Los presupuestos agregados de inversión de capital de cinco de las mayores mineras de cobre de propiedad pública (Freeport-McMoRan, Rio Tinto, Anglo American, Antofagasta y BHP) parecen moderados en comparación con hace una década, y las proporciones previstas de gasto de capital a ventas de 19% para 2024, 18% para 2023 y 17% para 2026 no son marcadamente diferentes del promedio posterior a 2000 de 17,4%. Si la demanda de cobre despega, no habrá una gran avalancha de nueva oferta para satisfacerla, dado el tiempo que lleva planificar, poner en marcha, desarrollar y abrir una mina", anticipa.
Esta reticencia a invertir fuertemente en nuevas minas, prosigue, "también puede ayudar a explicar por qué BHP intentó adquirir Anglo American en un acuerdo de acciones, incluso si el enfoque finalmente fracasó por la cuestión del precio".
En las últimas semanas, el cobre viene recuperando parte del terreno perdido en bolsa desde mayo, y Patrick Munnelly, analista de mercado de TickMill Group, asegura que "el aumento de los precios del cobre se atribuye a un dólar más débil, un optimismo renovado sobre los recortes de tasas de Estados Unidos y preocupaciones sobre la oferta que superan la débil demanda de China".
Además, los analistas de SP Angel anticipan un periodo de bonanza en las ventas de cobre, ya que prevén que su demanda aumentará "significativamente con el cambio hacia fuentes de energía más limpias en la India".
"Se espera que el crecimiento de la demanda interna de cobre refinado en India se mantenga sólido en un 11% en el año fiscal 25, superando el crecimiento global debido al desarrollo de infraestructura y la transición a las energías renovables. En la India, el 40% del cobre se consume en el sector de infraestructura y construcción, con entre el 11% y el 13% cada uno en los sectores del automóvil y de bienes de consumo duraderos", comentan.
Asimismo, se espera que "iniciativas gubernamentales como viviendas asequibles, proyectos de ciudades inteligentes, el sector de defensa y una mayor penetración de vehículos eléctricos impulsen la demanda interna de cobre".