Ve al crudo como "una fuente de dramatismo en los mercados y volatilidad de los precios"
El petróleo parece haber dejado atrás la espiral alcista que disparó sus precios con motivo de la guerra en Oriente Medio, y ahora se encuentra en una dinámica de caídas, que se acentuó el miércoles ante el retraso de la reunión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados, el grupo conocido como OPEP+, al próximo 30 de noviembre.
Los analistas de Juluis Baer consideran que las últimas caídas no son puntuales, y anticipan que la tendencia bajista se mantendrá, al menos, hasta finales de año, ya que "los obstáculos fundamentales deberían persistir". Además, explican que "los vientos en contra provienen de fundamentos débiles, mientras que la volatilidad proviene de la política petrolera".
"Prevemos que los precios bajarán en los próximos meses, ya que los obstáculos fundamentales deberían persistir. Es probable que la política petrolera y los cambios de humor del mercado añadan algo de picante a esa trayectoria proyectada", destaca Norbert Rücker, director de economía e investigación de próxima generación en Julius Baer.
En general, considera que las principales amenazas que enfrenta el 'oro negro' proceden "del continuo debilitamiento de los fundamentos", entre los que cita que "el almacenamiento de petróleo crudo y productos derivados del petróleo aumenta a ambos lados de las refinerías debido al estancamiento del consumo y al aumento gradual de la producción".
"Las exportaciones de petróleo desde América del Norte se expanden, aumentando las opciones para los compradores globales y contribuyendo a una mejora de la situación general de la oferta", agrega.
De esta manera, el analista espera que el petróleo siga siendo "una fuente de dramatismo en los mercados y volatilidad de los precios a medida que nos acercamos a 2024".
Asimismo, subraya que "el ajuste de las naciones petroleras a las realidades económicas puede posponerse, pero no cancelarse". Este proceso "se complica aún más por el regreso al mercado de petróleo previamente sancionado procedente de Irán y Venezuela debido a necesidades económicas, y por la transición energética, que eliminó los vientos de cola de crecimiento estructural del mercado petrolero".
"El desafío de las naciones petroleras a la hora de encontrar un terreno común en la política petrolera se debe a las diferentes exposiciones a los precios del petróleo. Mientras que Arabia Saudita requiere precios del petróleo en los 90 dólares para financiar su ambiciosa visión económica, la mayoría de los demás miembros verían presupuestos estables con precios en los 70 dólares. Además, algunos miembros, como los Emiratos Árabes Unidos y Kuwait, han invertido en capacidades de producción que les gustaría explotar en el futuro", detalla.
Inicialmente, la intención de Arabia Saudí pasaba por mantener los recortes voluntarios de producción durante "unos meses", aunque finalmente ha optado por extenderlos "ante la falta de escasez de suministros".
"Seguiremos viendo precios del petróleo más bajos hasta 2024. Dicho esto, el sentimiento del mercado ya es bastante pesimista, lo que conlleva el riesgo de contramedidas en el corto plazo", prevé.
Neil Wilson, director de mercados de Markets.com, asegura que el retraso de la reunión de la OPEP+ "se tomó inicialmente como una señal de que Rusia y Arabia Saudita no pueden llegar a un acuerdo, pero en realidad está relacionado con la aceptación de Nigeria y Angola de una nueva línea de base que refleje sus capacidades de producción reales".
"También se da el caso de que la OPEP no quiere que las cosas salgan mal en la reunión propiamente dicha, por lo que esto deja más tiempo para realizar evaluaciones", destaca, y señala que gran parte de los comerciantes espera ahora "un recorte mucho más profundo de la producción".
Por su parte, desde Oxford Economics comentan que, "con el precio del petróleo Brent luchando por mantenerse por encima de los 80 dólares por barril", prevén que "Arabia Saudita extenderá su recorte voluntario adicional hasta el primer trimestre, pero esto puede estar condicionado a un cumplimiento más estricto y posiblemente a nuevos recortes de las cuotas en todo el grupo".
Sin embargo, no todos los analistas esperan mayores recortes de producción, y Stephen Innes, gestor de SPI Asset Management, destaca que "con el aumento de la producción estadounidense y no perteneciente a la OPEP, no debería sorprender que los productores quieran bombear más petróleo, no recortar la producción, por temor a perder incluso una pequeña porción de su participación en el mercado". Además, "el alto el fuego en la guerra entre Israel y Hamás da esperanzas de cierta estabilidad en la región".
"Los inventarios de petróleo crudo en Estados Unidos han aumentado por quinta semana consecutiva, hasta el 17 de noviembre. A pesar de las predicciones de un aumento en los viajes de vacaciones para el fin de semana de Acción de Gracias, la demanda de combustible para el transporte cayó significativamente por debajo de los 9 millones de barriles por día (bpd), lo que resultó en un aumento inesperado de las existencias de gasolina", manifiesta.
Su pronóstico pasa por "descartar la posibilidad del 25% de un recorte de producción y asumir la extensión de la producción del caso base hasta el primer trimestre de 2024". Sin embargo, "probablemente se necesitaría evidencia de caídas de inventarios para la esperada recuperación gradual de los precios en los próximos meses".
Para Richard Hunter, director de mercados de Interactive Investor, las últimas caídas en los precios del petróleo también tienen una parte positiva, ya que "por un lado, eliminan cierta presión inflacionaria, mientras que acciones como las de aerolíneas y cruceros también han experimentado un repunte reciente dado que los menores costos del combustible deberían mejorar la rentabilidad general".