La organización y sus aliados anuncian un recorte a partir de octubre para elevar el precio
Los precios del crudo han experimentado un fuerte repunte este comienzo de semana, con subidas superiores al 2% tras la decisión de la OPEP+ de reducir la produccción en 100.000 barriles diarios desde octubre. El barril de West Texas ha repuntado un 2,24%, hasta los 88,82 dólares, mientras que el Brent, crudo de referencia en Europa, ha subido un 2,38% hasta los 95,23 dólares. La próxima reunión de la OPEP+ será el 5 de octubre.
En este sentido, cabe destacar que los precios del petróleo han caído en el último trimestre, impulsados por el temor a una recesión global, la subida de tipos de interés de los distintos bancos centrales y al enfriamiento de la demanda de China, principal importador del mundo, como consecuencia de los cierres por Covid-19 que continúa ejecutando el gigante asiático.
Cabe recordar que el pasado mes de agosto, el ministro de Energía de Arabia Saudí, país que lidera la OPEP, se mostró dispuesto a corregir la caída de precios. Según la agencia de noticias saudí ‘SPA’, Abdulaziz bin Salman afirmó que el mercado de futuros del petróleo había caído en “un circulo vicioso que se autoperpetúa, con una liquidez muy escasa y una volatilidad extrema", además de asegurar que la caída de precios se debía a la información “infundada” en torno a la destrucción de la demanda y de las sanciones, embargos y topes de precios propuestos por los países occidentales.
“Rusia tampoco es el único dolor de cabeza de la OPEP. También existe la posibilidad de un acuerdo nuclear entre EEUU e Irán, que tienta a los saudíes”, explica Ipek Ozkardeskaya, analista sénior de Swissquote Bank. La Administración Biden lleva meses trabajando en reactivar el acuerdo nuclear con Irán, abandonado por Donald Trump en 2018, lo que volvería a introducir el crudo iraní en el mercado internacional. Es importante destacar que Irán era el tercer productor mundial de petróleo tras Arabia Saudí e Irak cuando EEUU impuso sanciones a su petróleo.
"La OPEP podría producir fácilmente 30,5 millones de barriles por día si Irán regresa y esos barriles no se acomodan", señala Tamas Varga, analista de PVM Oil Associates, a ‘CNBC’. "Bajo este escenario, mi modelo muestra que el Brent caerá a 65 dólares por barril en la segunda mitad de 2023″, indica este experto.
“La OPEP no quiere que unos 4 millones de barriles de petróleo iraní lleguen al mercado y hagan bajar los precios. Por lo tanto, bien podrían utilizar la excusa de un eventual acuerdo para recortar la producción de nuevo”, apunta Ozkardeskaya. En definitiva, explica, “esto significa que incluso si la demanda nos hace bajar los precios del crudo, la OPEP no dejará que los precios caigan demasiado por debajo de los niveles actuales”. “Ningún recorte de la producción debería devolver el precio del crudo a los 85 dólares. Sin embargo, si la OPEP anuncia otra oleada de restricciones de la producción, el precio del barril podría volver a subir a 100 dólares o más”,sentencia.
Por su parte, Franciso Blanch, estratega de 'commodities' de Bank of America (BofA), señala que "no vemos una señal clara y visible de un inminente recorte de la producción de la OPEP+". "Esto significa que el grupo podría sentar las bases (y las condiciones) para un futuro recorte de la oferta, en caso de que el mercado lo necesite a finales de año... pero hay fuertes argumentos en contra", añade, señalando los altos precios de la energía o la "buena forma" de las arcas públicas de la Organización.
En las últimas semanas, los ministros de Finanzas del Grupo de los Siete (G7) han acordado implementar un mecanismo de limitación de precios en las exportaciones de petróleo ruso,con el objetivo de reducir la capacidad del Kremlin para financiar la guerra en Ucrania.