El Brent, de referencia en Europa, ha tocado alzas de 1,8% y alcanzaba así su máximo intradía en los 47,77 dólares por barril
El precio del petróleo se acerca a subidas del 2% después de haber caído un 1,42% al inicio de la sesión al conocerse que hasta tres entidades habían revisado a la baja sus pronósticos sobre la evolución del precio de crudo hasta 2018.
En concreto, el Brent, de referencia en Europa, ha tocado alzas de 1,8% y alcanzaba así su máximo intradía en los 47,77 dólares por barril, después de haber tocado un mínimo de 46,30 dólares a lo largo de la jornada. A estas horas cotiza con subidas del 1,5%
Por su lado, el West Texas, de referencia en Estados Unidos, ha subido hasta el nivel de los 45,28 dólares, un 1,7% más. Esta mañana llegaba a dejarse un 1,46% y bajaba hasta los 43,87 dólares. Ahora sube un 1,6%
BNP Paribas, Barclays y Goldman Sachs han revisado a la baja sus previsiones de evolución del crudo hasta 2018 debido al exceso de oferta global
PREVISIONES A LA BAJA
La cotización del 'oro negro' descendió a primera hora de la jornada después de que BNP Paribas, Barclays y Goldman Sachs revisaran a la baja sus previsiones de evolución del crudo hasta 2018 debido al exceso de oferta global.
BNP Paribas recortó sus previsiones para el crudo del Mar del Norte hasta los 51 dólares por barril para 2017, lo que supone 9 dólares menos que su pronóstico anterior. De cara a 2018, espera que el Brent cotice en torno a los 48 dólares, 15 dólares menos que lo anunciado anteriormente.
Por otro lado, Barclays revisó el precio del Brent hasta los 52 dólares por barril para 2017 y 2018, mientras que previamente auguraba que se situaría en 55 dólares y 57 dólares, respectivamente.
Al mismo tiempo, Goldman Sachs señaló que sin una caída significativa en los inventarios de petróleo o una disminución en la producción de Estados Unidos, los precios del crudo podrían caer por debajo de los 40 dólares por barril.
Más tarde, salieron a la luz datos de Eurooilstock en los que se muestra que las existencias de productos petrolíferos europeos descendieron en junio, a la vez que se produjo un aumento del consumo en las refinerías del Viejo Continente. Estos datos mostrarían que la demanda de petróleo global es mucho más fuerte de lo previsto.