El culebrón del petróleo: del recorte improbable a la coalición mundial imposible

El crudo ha vivido una semana de infarto con Trump como protagonista indiscutible

Nieves Amigo
Bolsamania | 04 abr, 2020 06:00
cb petroleo sh11
Rally del petróleo.

Cuando un activo tan importante para el mundo como es el petróleo se mueve a golpe de tuit, de amenazas, de venganzas irracionales y de promesas imposibles, lo único cierto es que se ha perdido el norte. Cuando, encima, todo este caos lleva al crudo a caer un 40% un día o subir un 30% otro, la única verdad es que estamos ante un mercado que ahora mismo está roto. El que decida invertir en petróleo a día de hoy, o le gustan las emociones fuertes o está dispuesto a perderlo todo en el tiempo que tarda en pestañear. Los analistas no saben si va a cotizar a 40 dólares o a 15 a corto-medio plazo. Intentar predecir algo en este contexto es absolutamente imposible.

Para entender cómo hemos llegado a este punto, lo ideal es hacer un resumen cronológico de los acontecimientos que desembocaron en el subidón del 30% en el petróleo que se vio el jueves.

El crudo ya estaba débil en el arranque del año, con muchas dudas sobre el exceso de la oferta y la debilidad de la demanda, pero lo que le llevó a descarrilar totalmente a principios del mes pasado fue el estallido de la guerra de precios entre la OPEP, con Arabia Saudí a la cabeza, y Rusia. Esta circunstancia, sumada a la crisis creciente del coronavirus y su impacto en la demanda de petróleo, le ha hundido hasta niveles que no se veían en casi dos décadas.

A comienzos de marzo se celebró la habitual reunión de la OPEP, que quería un recorte excepcional de 1,5 millones de barriles diarios para estabilizar los precios ante la crisis del virus. Rusia (OPEP+), que habitualmente se suma al resto de grandes productores, dijo que no, y ahí se desencadenó el caos.

El fin de semana del 7 y 8 de marzo, Arabia Saudí decidió vengarse de Rusia y anunció descuentos masivos en sus precios de venta oficiales para abril. El resultado: el lunes, 9 de marzo, el crudo se hundía un 40%. Además, esa misma reunión de la OPEP se saldó sin decisión alguna sobre prorrogar los recortes de producción ya vigentes, lo que ha provocado que, con el estreno de este nuevo mes, el mercado se haya visto inundado de barriles. Todo esto ha llevado a que el petróleo haya cerrado el peor trimestre de su historia, con caídas del 60% tanto en el Brent como en el West Texas.

TRUMP, EL 'PROTA' INESPERADO

Y llegamos al momento actual. El crudo ha rebotado esta semana gracias a la intervención de Donald Trump, que se ha erigido en inesperado mediador entre Mohamed bin Salmán, príncipe heredero de Arabia Saudí, y Vladimir Putin, presidente ruso.

Donald Trump se ha visto obligado a intervenir en esta situación dado el impacto de la misma en la industria del crudo de esquisto en EEUU. Muy pocos productores de petróleo de esquisto de EEUU pueden sobrevivir y mantenerse sanos con los precios a estos niveles. Durante las últimas semanas, hemos visto cómo distintas compañías se declaraban en bancarrota porque es simplemente imposible aguantar en estas condiciones.

A mediados de semana, Trump anunciaba que se había reunido con Putin y que el presidente ruso y el líder suadí estaban hablando a su vez. A finales de semana, el presidente lanzaba un tuit informando de que ambas partes han llegado a un acuerdo para recortar 10 millones de barriles, "incluso 15", y el crudo se disparaba un 30% en una sola sesión, con lo que el Brent conseguía recuperar los 30 dólares. A todo esto se sumaba que la OPEP+ anunciaba una reunión para este próximo lunes.

Sin embargo, los analistas no acaban de creerse que se vaya a producir un recorte de este calibre si ni tan siquiera fueron capaces de ponerse de acuerdo para un recorte de 1,5 millones. "¿Cómo han podido Riad y Moscú acordar un recorte tan grande justo un mes después de que se pelearan por un recorte de 1,5 millones?", se pregunta Norihiro Fujito, estratega jefe de Mitsubishi UFJ Morgan Stanley Securities. "El anunciado acuerdo parece demasiado ambicioso", añade al respecto Julius Baer.

Un recorte de 10 millones de barriles diarios tiene otra derivada, y es la probabilidad de que Estados Unidos, que hasta el momento no ha dejado de producir crudo y que es, de hecho, el mayor productor mundial, se sume a los planes en una gran coalición mundial de productores. Así resultaría más viable esa decisión, dicen los expertos, que al mismo tiempo ven casi imposible que esto acabe ocurriendo.

"Aparte de la clara dificultad de formar una coalición tan amplia, hay obstáculos legales para que los productores de esquisto de EEUU manejen el precio del petróleo a través de reducciones de producción, ya que esto se considera una violación de la legislación antimonopolio de EEUU", avisan desde Rabobank.

"(Una gran colación mundial de productores) es ciertamente lo que la industria necesita porque EEUU ha estado aumentando la producción en los últimos años a expensas de otros. El anterior recorte de la OPEP+ ha beneficiado a la industria de esquisto (...). Por otro lado, conseguir que todas las partes se pongan de acuerdo no es algo fácil", explica Naeem Aslam, director de análisis de AvaTrade.

Termina así el enésimo capítulo del culebrón interminable en el que se ha convertido el crudo este año. Siguiente parada: la reunión del lunes. Dejando a un lado los extremos, lo que sí se espera es que, sin llegar a esos 10 millones, se acuerde algún recorte a comienzos de semana que alivie la tensión y normalice el mercado, que en cualquier caso seguirá muy presionado por el Covid-19.

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