La sesión está marcada por la poca liquidez del mercado
Los precios del petróleo han vuelto a registrar pérdidas este viernes, después de haber experimentado un ligero rebote a primera hora, en medio de una sesión marcada por la poca liquidez del mercado debido al fin de semana largo por Acción de Gracias. Mientras tanto, los inversores siguen preocupados por la demanda china y las negociaciones sobre un posible tope al precio del crudo ruso.
El barril Brent, de referencia en Europa ha bajado un 1,36%, hasta los 84,18 dólares, mientras que el West Texas, de referencia en Estados Unidos ha retrocedido un 1,78%, hasta los 76,55 dólares. Cabe destacar, que este jueves no hubo negociación del WTI por la festividad de Acción de Gracias y los volúmenes se mantuvieron en bajos niveles. Con estas caídas, ambos contratos han cerrado su tercera semana consecutiva en negativo.
"Debido a que hay un ligero volumen después de las vacaciones, estamos renunciando un poco a algunas de las ganancias aquí", ha indicado Phil Flynn, analista del grupo Price Futures, en declaraciones recogidas por 'Reuters'.
Los analistas destacan que la estructura de mercado del Brent implica que la demanda todavía es débil, "con backwardation", definida por "los precios del mes anterior que se negocian por encima de los contratos para entrega posterior, habiéndose debilitado en las últimas sesiones".
Asimismo, indican que para el diferencial de dos meses, el barril de referencia en Europa se sumergió brevemente en contango esta semana, lo que implica "un exceso de oferta con contratos de entrega a corto plazo por debajo de las entregas posteriores".
Con todo, los inversores continúan preocupados por la situación de China, el mayor importador de petróleo del mundo. El gigante asiático no deja de reportar cifras de nuevos contagios por Covid y este jueves registró un nuevo récord. Diversas ciudades de todo el país ya están aplicando medidas y restricciones para contener los brotes en base a su política de 'Covid cero'.
Esta situación influye directamente en la demanda de petróleo que, al disminuir los desplazamientos, se ha anotado un desempeño de un millón de barriles por día más bajo que el promedio.
Y mientras tanto, los países del G7 y de la Unión Europea discuten sobre un posible tope al precio del petróleo ruso que podría oscilar entre los 65 y los 70 dólares por barril. Hasta ahora no se ha alcanzado ningún acuerdo.
El objetivo de esta medida sería doble: mantener el flujo de petróleo ruso para evitar picos de precios globales y, al mismo tiempo, limitar los ingresos de Moscú.
El presidente ruso, Vladimir Putin, advertía este jueves durante una conversación telefónica con el primer ministro de Irak, Mohamad Shia al Sudani, que un posible tope al precio del petróleo ruso tendrá "graves consecuencias" para los mercados energéticos mundiales.
"Vladimir Putin enfatizó que tales acciones son contrarias a los principios de las relaciones de mercado y es muy probable que pueda conducir a graves consecuencias para el mercado mundial de la energía", indicaba en un comunicado, recogido por la agencia de noticias Interfax.