Las caídas marcan mínimos de ocho meses
El precio del petróleo se ha desplomado este viernes más de un 5%, marcando mínimos de ocho meses. El barril Brent, de referencia en Europa, ha cedido un 4,31%, hasta los 86,56 dólares, mientras que el West Texas, de referencia en Estados Unidos, ha perdido un 5,23%, hasta los 79,12 dólares.
El crudo está atravesando momentos complicados debido a la fortaleza del dólar, que ha alcanzado su máximo nivel en más de dos décadas, y el temor a que los aumentos de los tipos de interés por parte de los distintos bancos centrales lleven a la principales economías mundiales a una recesión.
Durante la semana, el West Texas ha bajado alrededor de un 7% y el Brent ha perdido aproximadamente un 6%, lo que supone la cuarta semana consecutiva de caídas para los puntos de referencia y la primera vez que esto sucede desde diciembre.
Después de que la Reserva Federal (Fed) decidiera un alza de las tasas de 75 puntos básicos el miércoles, los bancos centrales de todo el mundo han seguido su ejemplo con sendas subidas, lo que aumenta el riesgo de desaceleraciones económicas.
"El mercado del crudo está bajo una fuerte presión de venta a medida que el dólar estadounidense mantiene una fuerte trayectoria alcista en medio de una mayor reducción en el apetito por el riesgo", han señalado los analistas de la consultora energética Ritterbusch and Associates a 'CNBC'.
El dólar estadounidense, por su parte, ha conseguido su cierre más alto frente a otras monedas desde mayo de 2002. Esta fortaleza del dólar reduce la demanda de petróleo al hacer que el combustible sea más caro para los compradores que usan otras divisas.
Asimismo, la desaceleración de la actividad empresarial en toda la zona euro se ha profundizado en septiembre, según los PMI, lo que sugiere que se avecina una recesión a medida que los consumidores controlan el gasto para lidiar con los precios más altos de la energía y mientras los gobiernos instan a la reducción energética tras el corte de suministro por parte de Rusia.
El mercado de bonos también sigue aumentando la tensión hasta límites insospechados. Los últimos movimientos de los bancos centrales y el temor a la recesión han impulsado al alza los rendimientos, que continúan disparados.
Por el lado de la oferta, los esfuerzos para revivir el acuerdo nuclear con Irán se han estancado a medida que Teherán insiste en el cierre de las investigaciones del organismo de control nuclear de la ONU, según ha declarado un alto funcionario del Departamento de Estado de Estados Unidos, aliviando las expectativas de un resurgimiento de las exportaciones de petróleo crudo iraní.