El balance del petróleo se mantendrá ajustado durante el próximo año
El mundo se dirige hacia una desaceleración económica y el petróleo no será ajeno a esta situación. Según el equipo económico de Bank of America (BofA), a medida que el PIB mundial se expanda 'solo' un 2,5% durante 2023, el crecimiento de la demanda mundial de petróleo se irá ralentizando cada vez más.
Este débil crecimiento será consecuencia del impacto negativo que tendrá en la demanda de petróleo la fortaleza del dólar y el aumento de los tipos de interés que está llevando a cabo la Reserva Federal (Fed). “Sin embargo, no esperamos un retroceso importante en los precios del petróleo, ya que la OPEP+ acaba de dar la primera señal de recorte de la producción por encima de los 90 dólares/bbl”, afirman desde BofA.
Las declaraciones de que la Reserva Estratégica de Petróleo de Estados Unidos (SPR, por sus siglas en inglés) podría comenzar a llenarse a 80 dólares/bbl, llevan a la idea de que el barril West Texas también debería respaldar los precios del petróleo. “Por lo tanto, a medida que la capacidad excedente disminuye y el gasto de capital se rezaga, creemos que los 80 dólares/bbl son ahora los nuevos 60 dólares para el crudo Brent”, subraya BofA.
En su ‘Semanario Mundial de Energía’, la entidad estadounidense ha actualizado sus balances de oferta y demanda de petróleo mundial para 2023, así como la trayectoria de precios trimestrales a futuro. En el caso de la demanda, pronostica que la región asiática entregará el 86% de los 1,7 millones de barriles por día de crecimiento del consumo de petróleo que proyectaron para el próximo año, en comparación con solo el 19% de los 2 millones de barriles por día que esperan para 2022.
“Esto se debe a que la mayor parte de Asia aún tiene que reabrir los viajes internacionales después del Covid”, explican desde la institución. Al tiempo, creen que China podría estimular el crecimiento y reabrir sus fronteras después de noviembre. “Y aunque reconocemos que una recesión global presenta un riesgo clave a la baja para nuestras opiniones, los inventarios totales de petróleo siguen siendo extremadamente bajos y la capacidad de producción disponible es mínima”.
En cuanto al repunte experimentado en la inversión en petróleo y gas, esperan que suponga una ayuda para mantener el crecimiento fuera de la OPEP en 1 millón de barriles por día en 2023, una cifra parcialmente distorsionada por la caída de los suministros rusos.
A nivel país, la estimación que realizan desde BofA apunta a que los volúmenes en EEUU crecerán en 1,1 millones de barriles por día el próximo año, al igual que sucederá en otras naciones como Brasil, Noruega o Canadá, que también experimentarán una expansión.
En términos netos, la entidad financiera proyecta un pequeño superávit de 0,1 millones de barriles por día en 2023 que la OPEP+ probablemente absorberá con un recorte modesto. “Además, esperamos un cambio de gas a petróleo para respaldar el crudo Brent y seguimos pronosticando un precio promedio de 100 dólares/bbl en 2023, y de 94 dólares para el West Texas. Aun así, reducimos a precio de mercado nuestra recomendación de Brent para el segundo semestre de 2022 a 96,50 dólares/bbl debido a la debilidad macroeconómica”.
Igualmente, desde BofA ven como un riesgo alcista “clave” el tope al precio del petróleo ruso, “ya que incorporamos 10 millones de barriles por día de suministro ruso en nuestra perspectiva y esta cifra podría ser mucho menor. Las interrupciones de la producción también podrían ocurrir en lugares como Irak, Nigeria o Libia”, concluyen.