El Banco Central de Brasil mantiene intactos los tipos de interés en el 6,5%
Pese a la depreciación del real y la huelga de camioneros que azota el país
El Banco Central de Brasil (BCB) mantuvo los tipos de interés en el 6,5% este miércoles, en línea con lo que se esperaba, con la inflación bajo control a pesar de la fuerte depreciación del real y una huelga de camioneros que ha catapultado la posibilidad de nuevas elecciones en el país y "dificultó la evaluación de la actividad económica", aseguró el regulador.
La economía más grande de Sudamérica continúa con su proceso de recuperación, aunque a un ritmo "más moderado" tras la peor recesión de su historia entre 2015 y 2016. En mayo, el banco central interrumpió una serie de doce recortes consecutivos de los tipos de interés, con el argumento de una gran volatilidad en los mercados y un sentimiento de frustración entre los inversores por la incapacidad del Gobierno de impulsar una reforma del sistema de pensiones y la aplicación de medidas de carácter austero.
La normalización monetaria que Estados Unidos está llevando a cabo, así como la disputa comercial que está germinando a orillas del Pacífico han desestabilizado la coyuntura brasileña con los inversores trasladando su capital a regiones más seguras. El fortalecimiento del dólar frente al real ha puesto cara a las turbulencias de las últimas semanas, llegando a tocar máximos de los últimos dos años en los cuatro billetes verdes. La respuesta del BCB fue inmediata, con una intervención de 24.500 millones de dólares que apuntalara la moneda y otros 10.000 millones que serán liberados esta semana.
Las previsiones de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) brasileño han caído del 2,45% al 1,76% en apenas cinco semanas pese a los esfuerzos de Ilan Goldfajn, presidente del regulador, de mandar un mensaje de tranquilidad a los mercados. Por otro lado, las expectativas sobre precios muestran un aumento de la inflación del 3,45% al 3,88% para el presente ejercicio.
"El principal mensaje de la reunión de hoy en Brasil es que los políticos parecen encontrarse cómodos en un escenario de mayor inflación como resultado de la huelga de camioneros o la depreciación de su moneda", destacó la consultora Capital Economics.
