La divisa ha llegado a caer por debajo del nivel de 100, algo que no pasaba desde abril de 2022
El dólar estadounidense ha registrado su peor caída semanal desde noviembre. Pese a que en las últimas horas su cotización se ha animado algo, la divisa ha llegado a caer por debajo del nivel de 100, algo que no pasaba desde abril de 2022.
Desde los máximos de dos décadas conquistados el año pasado, el dólar estadounidense ha bajado casi un 13% frente a las principales divisas esta semana y los datos macroeconómicos publicados durante esta semana en EEUU han acelerado su declive.
En concreto, se publicaron datos de inflación más débiles de lo esperado, lo que anima las opiniones sobre que el fin del ciclo de subidas de tipos de interés por parte de la Reserva Federal (Fed) se acerca. Además, el índice de precios de producción (IPP) también registró una caída mayor a la anticipada.
"Una nueva caída en el IPC de EEUU hizo que los operadores ajustaran su perspectiva sobre la Fed más allá de la reunión de este mes. Tras otro aumento esperado este mes, los operadores esperan ahora que la Fed regrese al modo neutral en los tipos hasta fin de año, con expectativas de un recorte cada vez mayor hasta marzo de 2024", señalan en ARJ Capital.
Para los analistas de ING, "estos movimientos podrían ser el inicio de un importante ajuste del mercado". "Cuando miras lo que está pasando en este momento, la perspectiva para el dólar sigue siendo bastante sombría", apuntan en Amundi US. "Si bien el dólar puede reducir algunas de sus pérdidas recientes, mirando dentro de seis meses, es probable que el dólar sea aún más débil de lo que es hoy", dicen en Monex USA.
Por su parte, desde CMC Markets UK comentan que la caída del dólar estadounidense esta semana "ha sido asombrosa y con la Reserva Federal lista para entrar en un período de bloqueo ha habido pocas señales de que los datos de esta semana hayan influido en la postura del FOMC cuando se trata de su opinión de que es probable que se necesiten más subidas múltiples de tipos de aquí a finales de año".
"El problema ahora es que el mercado no lo está comprando, con los rendimientos de dos años retrocediendo bruscamente, ya que los mercados cotizan en un escenario dorado de precios más lentos y un mercado laboral resistente", añaden.