La metrópolis china consume un 4% del crudo del país, apuntan desde Lipow Oil Associates
El petróleo sigue siendo uno de los valores más sensibles al cambio en las últimas semanas. A la incertidumbre provocada por la guerra en Ucrania se le suma el confinamiento de Shanghái, que ha visto limitada su actividad debido al repunte de casos de Covid-19 en la metrópolis china (más de 26.000 durante el domingo).
Así, el barril de crudo West Texas cae por encima del 4% este lunes, hasta los 94 dólares; por su parte, el barril de Brent, el petróleo de referencia en Europa, se está dejando cerca de un 4% en la sesión, perdiendo el nivel de los 100 dólares.
Cabe destacar que China es el mayor importador de petróleo del mundo y la zona de Shanghái, según Lipow Oil Associates, consume aproximadamente el 4% del crudo del gigante asiático. “La propagación del Covid en China es el elemento que más afecta al mercado. Si se extiende por todo el país y da lugar a un significativo número de confinamientos, el impacto en los mercados de crudo puede ser sustancial”, señala Andy Lipow, presidente de la consultora.
“Si bien estas restricciones son desinflacionistas en cuanto a su impacto en el petróleo, son inflacionistas en cuanto a la interrupción de la producción y el transporte y también en cuanto a los precios de los alimentos, ya que la escasez de mano de obra y de insumos que aqueja a los agricultores chinos está aumentando la perspectiva de una mayor demanda de importaciones chinas”, indican desde Rabobank.
En este contexto, la Unión Europea comienza a debatir sanciones sobre el crudo ruso. Los ministros de Exteriores comunitarios tratarán este lunes la respuesta a la invasión rusa de Ucrania y el recrudecimiento de los combates en el este del país. Sobre la mesa, aplicar aranceles a la energía, pagar los suministros a través de un fideicomiso o un embargo al gas y petróleo procedente de Rusia, después de que la semana pasada impusieran sanciones al carbón ruso.
Asimismo, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) concretó hace varios días sus planes de liberación de existencias de petróleo para controlar las turbulencias en el mercado. Según Fatih Birol, director ejecutivo del organismo, la AIE sopesó poner en circulación 120 millones de barriles de crudo, 60 de los cuales procederían directamente de Estados Unidos.
“El mayor impulso negativo podría propiciar un nuevo deslizamiento hacia la zona de los 88-90 dólares. Sin embargo, el riesgo de un salto brusco sigue siendo alto, acercándose a la marca de los 90 dólares, ya que la desaceleración de la demanda china y la liberación de las reservas estratégicas de EEUU son factores a corto plazo que no revertirán la preocupación de una oferta ajustada y la tendencia al alza de la demanda a largo plazo”, apuntan desde Swissquote.