Pero mantiene la expectativa de 90 dólares para 2024 por el crecimiento de la oferta
Bank of America (BofA) se suma a la lista de estrategas que han elevado sus predicciones sobre la evolución del precio del barril Brent al calor de los fuertes recortes de producción de Arabia Saudí y Rusia. Ahora, los expertos de la entidad creen que el crudo de referencia en Europa alcanzará una media de 96 dólares en el último trimestre de 2023.
En su último informe semanal sobre el mercado energético, desde el banco de inversión destacan que el reciente aumento de los márgenes de refino está contribuyendo a la subida de los precios del petróleo Brent, junto con los fuertes recortes de producción de Arabia Saudí y Rusia.
Precisamente, este miércoles, el barril Brent ha avanzado un 2,79%, hasta los 96,58 dólares, mientras que el West Texas, de referencia en EEUU, ha subido un 3,67%, hasta los 93,71 dólares, marcando un nuevo máximo de diez meses, debido a que las reservas estadounidenses han caído en 2,2 millones de barriles respecto a la semana anterior, lo que se suma a las preocupaciones sobre el impacto de la escasez de suministro mundial del 'oro negro'.
"Con el compromiso de la OPEP+ de frenar la oferta de petróleo hasta finales de año y el estímulo de China a punto de ampliarse en el cuatro trimestre de 2023, esperamos que las existencias mundiales de petróleo disminuyan en 70 millones de barriles en los próximos 3 meses", señala Francisco Blanch, responsable global de materias primas y derivados del servicio de estudios de BofA.
Los precios del petróleo han aumentado un 30% desde junio después de la extensión hasta finales de año de las reducciones voluntarias de Arabia Saudí y Rusia, a lo que hay que añadir el temor de los inversores sobre la inflación persistente en Estados Unidos y Europa.
Aún así, desde la entidad mantienen su previsión de 90 dólares para 2024, ya que la oferta de petróleo no procedente de la OPEP aumentará en 1,2 millones de barriles diarios impulsada por Guyana, Canadá, el esquisto estadounidense y Brasil.
"Además, si las sanciones contra Venezuela e Irán se suavizan aún más, la oferta podría aumentar en 450.000 b/d en 2024. Los volúmenes incrementales podrían ayudar a frenar una nueva subida de los precios del petróleo, si la política de la OPEP+ y la geopolítica mundial lo permiten", agrega Blanch.
Desde BofA también explican que, hasta el momento, Rusia y Arabia Saudí han mostrado una fuerte alineación a la hora de proporcionar apoyo al mercado del petróleo entre 80 y 100 dólares el Brent. Sin embargo, el cálculo político podría empezar a cambiar por encima de los 100 dólares por barril.
"Ante la proximidad de las elecciones presidenciales en EEUU, la dinámica interna de la OPEP+ podría marcar una gran diferencia en el resultado del precio del petróleo el próximo año", reflexiona el analista de la entidad.
En este sentido, desde el banco apuntan, por un lado, a que otro repunte de los precios de la energía podría reavivar los temores inflacionistas en todo el mundo, la subida de los tipos de interés y, en última instancia, las turbulencias financieras. Y, por otro, a que la caída de los precios del petróleo puede ser limitada.
"En contraste con la única 'opción saudí' histórica en el mercado del petróleo, creemos que el Brent se beneficia ahora de tres 'opciones': los recortes tradicionales de la OPEP+ (a los que ahora se une Rusia), un gran aumento de los costos de producción de carbón en China (energía mundial más cara) y la probable reposición de la Reserva Estratégica de Petróleo de EEUU", subraya Blanch.
Los estrategas de BofA, del mismo modo, consideran que el crecimiento de la demanda mundial de petróleo puede desacelerarse a 1,1 millones de barriles diarios el próximo año desde los 2 millones de barriles diario este año, con Asia a la cabeza, a medida que la OCDE se contrae.
"Los altos tipos de interés probablemente asfixiarán el PIB mundial, mientras que la capacidad excedente de la OPEP+ podría ayudar a limitar un aumento en los precios del petróleo si la política lo permite. El transporte debería seguir liderando la demanda de petróleo en el futuro. Esperamos que el combustible para aviones, la gasolina y el diésel representen la mayor parte del crecimiento y creemos que la demanda de combustibles industriales seguirá siendo débil", añade el analista.
Sin embargo, advierte que la geopolítica podría seguir siendo un verdadero desafío, sobre todo, porque Rusia puede intentar maximizar el precio del petróleo sobre el volumen, creando importantes riesgos al alza para los precios del petróleo en 2024.
"Para contrarrestar estos riesgos al alza, las correlaciones de producción de petróleo muestran que la 'cohesión de la OPEP+' se ha derrumbado a casi cero luego de las tasas de cumplimiento más altas en décadas durante la pandemia, un riesgo que podría perjudicar al grupo el próximo año", concluye Blanch.