Varoufakis: las diez frases más polémicas del ministro de finanzas de Grecia
El ministro de Finanzas griego ha protagonizado algunas polémicas con sus declaraciones
- Critica el papel de la troika y de algunos líderes políticos, como el primer ministro de Australia
Yanis Varoufakis se ha convertido solo en tres semanas en uno de los personajes más reconocidos de Europa. El ministro de Finanzas de Grecia sigue su ronda de contactos con los principales líderes europeos para plantear su nuevo programa de reformas y el modo en el que el país hará frente a sus compromisos con la deuda contraída con sus acreedores. En sus diferentes apariciones, Varoufakis se ha labrado una imagen de díscolo que acompaña con su apariciencia física y su modo de vestir, muy diferente a la de sus homólogos europeos. | Toda la información sobre Grecia y la deuda
Estas son algunas de las frases más polémicas vertidas por Varoufakis hasta el momento:
1. A pesar de las dudas que sobre la permanencia en la Zona Euro, Varoufakis lo tiene claro:
"Grecia está absolutamente, de manera irreversible, comprometida a permanecer en la zona euro. El problema es que una vez se está dentro, pasa como dice la letra de la canción 'Hotel California': puedes hacer el check-out cuando quieras, pero nunca te puedes ir”.
2. Sobre la austeridad impuesta a Grecia:
“Europa en su infinita sabiduría decidió enfrentar esta quiebra depositando el préstamo más grande en la historia humana sobre el más débil de los hombros... Lo que hemos estado teniendo desde entonces es una especie de tortura fiscal que ha convertido a este país en una colonia de deudores”.
3. El papel de la troika (formada por UE, FMI y BCE), es una de sus visiones más críticas:
"Un comité construido sobre cimientos podridos".
La troika es un comité construido sobre cimientos podridos
4. Sobre el trato diferente a los bancos en quiebra y a los estados en quiebra
"Mientras que los estados insolventes enfrentan visitas de furiosos funcionarios del FMI y de la UE, son constantemente vilipendiados por la prensa 'seria' que los acusa de 'despilfarro' y 'falta de seriedad' fiscal, los bancos siguen recibiendo liquidez del BCE y los fondos estatales (más garantías) sin ningún compromiso. Sin condiciones, sin nada".
5. Sobre el papel de Draghi y el Banco Central Europeo:
“El Banco Central Europeo ha perdido el control sobre la política monetaria”.
6. Su animadversión por algunos políticos ha quedado reflejada, como en su intervención en la Universidad de Sidney, donde ser refirió al primer ministro australiano, John Howard, como “ese pequeño hombre horrible”.
7. La herencia del liberalismo y Margaret Thatcher
"Lo único que surgió del thatcherismo fueron los vividores, la excesiva influencia de lo financiero, el triunfo del centro comercial sobre la tienda de la esquina, el fetiche en torno a la vivienda y... Tony Blair".
8. Antes de la crisis financiera, los griegos pensaban que la fiesta nunca terminaría
"El griego promedio se había convencido a sí mismo de que Grecia era excelente. Mejor que el resto. No solo habíamos llegado al centro de Europa, sino que éramos mejores que los alemanes austeros, los petulantes franceses, los italianos frívolos, los rígidos británicos. Debido a nuestra excepcional 'astucia', Grecia estaba logrando combinar la diversión, sol, el 'xenychti' (la fiesta nocturna) y el crecimiento del PIB más alto de Europa".
9. Acerca de los riesgos de pasar de ser profesor universitario a político
"Sé que corro el riesgo de que me guste la sensación de haberme vuelto 'aceptable' en los círculos de la 'alta sociedad'. El sentido de autosatisfacción al ser agasajado por los grandes y poderosos comenzó, en ocasiones, a meterse dentro de mí. ¡Y qué sensación tan fea, corrupta y corrosiva!".
10. Las 'tentaciones' del poder:
"Mi punto más bajo llegó en un aeropuerto. Una empresa de mucho dinero me había invitado a dar un discurso sobre la crisis europea y había puesto la suma ridícula necesaria para comprar un billete de primera clase. Cuando volvía a casa, con el cansancio acumulado después de haber tomado varios vuelos, pasé junto a la larga fila de pasajeros de clase económica esperando para entrar al avión. De repente me di cuenta, con gran horror, lo fácil que era para mi mente infectarme con la sensación de que yo tenía el 'derecho' de saltarme la fila de la plebe".
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