Moody’s rebaja la calificación de Grecia a Caa2 y remarca los crecientes riesgos del país
El resultado de las negociaciones entre Grecia y sus acreedores es altamente incierto
La incertidumbre que planea sobre el acuerdo entre Grecia y sus acreedores ha provocado que la agencia de calificación Moody’s haya rebajado a Grecia un escalón más dentro de su categoría basura. La falta de perspectivas inmediatas sobre que las negociaciones sobre un nuevo paquete de financiamiento lleguen a buen puerto han pesado sobre la decisión de la agencia.
Según informa Reuters, Moody’s ha rebajado la calificación soberana de Grecia de “Caa1” a “Caa2” con panorama "negativo", reflejando que los riesgos sobre el equilibrio económico, financiero y político en el país tienen un "sesgo a la baja".
Recuerda la agencia de noticias que las tres principales agencias de Rating: Fitch, Standard & Poor's y Moody’s, elevaron la nota del país debido a que su economía mostraba tentativas de recuperación tras seis años de recesión. Sin embargo, la escalada de tensión entre el nuevo Gobierno de Alexis Tsipras y sus acreedores de la zona euro, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Central Europeo (BCE) ha ensombrecido el panorama para Moody’s, hecho al que contribuye el desacuerdo sobre las medida que Grecia debe adoptar para que llegue nueva asistencia financiera.
Los riesgos sobre el equilibrio económico, financiero y político en el país tienen un "sesgo a la baja"
"El Gobierno griego y sus acreedores oficiales se mantienen alejados en objetivos claves”, ha señalado la agencia, por lo que “el resultado de estas decisiones es altamente incierto y el potencial para un accidente político que resulte en una cesación de pagos de Grecia de su deuda comercial, incluyendo la mantenida por el BCE, se ha elevado", ha agregado.
Reuters también informa que una calificación de "Caa2" históricamente se ha asociado con una alta probabilidad de caer en un default en un horizonte de dos años. Para Moody’s “Grecia enfrenta tensiones severas de liquidez que obstaculizan la capacidad del Gobierno de financiar su gasto presupuestario y los pagos de deuda desde que el rescate de la Unión Europea y el FMI se salió de su curso el año pasado”.
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