Otra semana clave para la economía helena
No hay semana en la que Grecia no encare un momento complejo en el marco de una crisis que ya dura cinco años. En las próximas jornadas, el Gobierno de Atenas tendrá que hacer frente a un pago de 1.500 millones de euros a la Seguridad Social correspondiente el mes de abril, mientras sigue negociando con sus socios europeos el desbloqueo del tramo correspondiente del rescate internacional. Grecia compartirá protagonismo con el Banco Central Europeo, que se reúne el miércoles, justo un mes después de implementar el programa de compra de deuda (quantitative easing -QE).
Este domingo la prensa alemana ha vuelto a arremeter contra Grecia, y su actitud ante las negociaciones que mantiene con sus socios europeos para recibir otro tramo del rescate internacional. El Frankfurter Allgemeine Sonntagszeitung (FAS), en base a fuentes oficiales presentes en las conversaciones la semana pasada, asegura que los intermediarios de los socios europeos han quedado fascinados con la ausencia de progresos y han denunciado que el nuevo representante de Grecia se limita a preguntar por el dinero, "como un conductor de taxi". Además, el portavoz heleno insiste, según las informaciones del medio germano, en que Grecia podría entrar pronto en bancarrota, a modo de presión.
Varoufakis: Estas informaciones minan las negociaciones con Europa
Funcionarios de la Zona Euro se habrían quejado, además, de que Grecia no tiene intención de discutir el recorte de las pensiones públicas, aunque a la par advierten de que los gastos del sector público como salarios y pensiones son un problema doméstico del país. Precisamente esta semana, Atenas tendrá que hacer frente a un pago de 1.500 millones de euros a la Seguridad Social correspondiente el mes de abril, tal y como informa The Guardian, y los expertos de Barclays avisan: "Grecia se verá en apuros para cumplir con todos los pagos del sector público este mes".
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El ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis, ha negado las informaciones del medio alemán y ha criticado sus consecuencias, tal y como transcribe el diario británico: "Cuando los lectores del FAS lean las actas (de las reuniones entre Grecia y sus socios)... el diario tendrá difícil justificar su titular y el contenido de este artículo. Los reportajes minan las negociaciones con Europa".
Dos fechas clave: 15 de abril (emisión de una letra del Tesoro) y 24 (Eurogrupo)
Pero el sector público no es la única fuente de presión para Atenas. Barclays avisa: "Las condiciones de liquidez del sector bancario han empeorado, como muestra el aumento en el uso de ELA (fondos de emergencia del BCE), y creemos que es poco probable que las salidas de depósitos disminuyan, siempre y cuando el resultado de las negociaciones con los acreedores sean inciertas. Aunque no es nuestro escenario base, vemos riesgos elevados de fracaso en los debates con el Eurogrupo". Ahora, Atenas marca dos fechas clave en su calendario: el 15 de abril (emisión de una letra del Tesoro por valor de 1.000 millones de euros) y 24 de abril (reunión del Eurogrupo en Riga).
En cuanto al BCE, no se esperan cambios en los tipos de interés, y sí que ponga el foco en el impacto de su programa de compra de deuda (QE) tras un mes de aplicación. La reunión se celebrará el miércoles. "El presidente, Mario Draghi, probablemente indicará que la QE ha protagonizado un buen comienzo, y reiterará su compromiso con el mandato de control de la inflación", opina el bróker inglés. "De hecho, -continúan- los datos económicos han mejorado y las acciones europeas han subido, a pesar de la incertidumbre en la política griega". También ha ayudado la reciente estabilización de los precios de la energía, que estabiliza la inflación.
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