Tras los rumores del posible anuncio este jueves de un plan del Banco Central Europeo (BCE) para comprar 50.000 millones de euros en bonos para evitar el riesgo de deflación e incentivar el débil crecimiento económico de la Zona Euro llega, la presión sobre su dirigente, Mario Draghi, no ha hecho más que crecer.
Lea también: El BCE propondrá un programa de compras de 50.000 millones al mes hasta 2016
El mercado ya daba por hecho que habría un programa de compra de bonos que incluiría la deuda soberana e incluso antes de que se confirmara el pasado 7 de enero la entrada de la Zona Euro en deflación, la presión sobre el BCE iba en aumento. El fracaso en la aceptación las TLTROs (operaciones condicionadas de refinanciación a largo plazo que pretendían dar préstamos con bajos niveles a los bancos para aumentar la emisión de crédito a los hogares y empresas) demostró el 11 de diciembre la necesidad de más medidas para cumplir con el objetivo del BCE de ampliar su balance. Asimismo, en las últimas semanas, se han conocido, la resolución del Tribunal de Justicia de la Unión Europea para permitir las compras ilimitadas de deuda soberana (OMT en inglés), la decisión sorpresa del Banco Nacional Suiza (SNB) de quitar el límite en el cruce de su divisa con el euro y el recorte inesperado en los tipos por parte del banco central de Dinamarca. Todos estos acontecimientos han servido para elevar aún más las expectativas.
Lea también: ¿Por qué los bancos centrales de Dinamarca y Suiza se adelantan al BCE?
Este miércoles ha llegado el rumor de que Draghi anunciará un plan para comprar 50.000 millones en bonos al mes en un programa que comenzará a partir de marzo, mismo mes en el que tendrá lugar la siguiente reunión del BCE. Las bolsas han reaccionado con alegría. El Ibex, que llegó a caer más de un 1% durante la sesión, realizó un brusco giro para cerrar con compras del 0,5%, mientras Europa ha terminado con compras del 0,8% de media.
NO TODO ESTÁ TAN CLARO
No se ha decidido la cantidad adicional ni la composición de las compras
A pesar de esta reacción inicial, cabe destacar el peligro de perderse en la euforia porque siguen existiendo incógnitos. Frente al rango previo del consenso de esperar entre 500.000 millones y un billón de euros, el rumor apunta “claramente” a la cifra de 50.000 millones mensuales pero, a pesar de hablar de la posibilidad de 1,1 billones -que coincide si, tal y como informa Bloomberg, se confirma que el programa sigue en pie hasta finales de 2016- aún existen varias incógnitas. Fuentes de The Wall Street Journal (WSJ), por ejemplo, sólo apuntan a un programa que “durará al menos un año”. De ser cierto, la cifra queda en “al menos 600.000 millones”. Es verdad que estos dos periodos de tiempo no se contradicen, pero Bloomberg también afirma que “no se ha decidido si el objetivo de 50.000 millones mensuales incluye a los programas ya existentes ni cuánto de esta cantidad se dedicará a la compra de deuda soberana”.
QE- el diablo está en los detalles
En este contexto, la opinión de Rabobank en su previa de la reunión sigue siendo muy válida, porque al mercado le faltan los detalles clave. El título de su informe, “QE- el diablo está en los detalles”, no ha perdido validez. En ello, estos expertos advierten que el plan final de la autoridad monetaria no podrá ser otra cosa que un compromiso debido a las diversas posturas políticas de los miembros del BCE, particularmente la oposición de Alemania a compartir el riesgo de la compra de deuda soberana. En todo caso, estos analistas afirman que “para medir la efectividad de cualquier programa de QE del BCE, lo ideal para los mercados es saber":
LAS 5 COSAS QUE QUIEREN SABER LOS MERCADOS
1. El tamaño, el periodo y el ritmo de las compras en el programa.
2. El tipo de activos (algunos expertos apuntan a la posible adquisición también de bonos corporativos) que pretende comprar, sus calificaciones crediticias y la distribución de vencimientos.
3. ¿Cómo será la distribución del objetivo entre activos y países?
4. ¿Cómo se distribuirá la exposición al riesgo entre los bancos centrales nacionales del Eurosistema?
5. Si las compras del BCE se expondrán al mismo riesgo del mercado o si saldrán a un nivel senior que permite una menor exposición que lo que obtiene el mercado.
LA INCERTIDUMBRE SOBRE LA REACCIÓN DEL MERCADO SIGUE ESTANDO PRESENTE
Para Rabobank, los dos detalles más importantes que afectarán a la reacción del mercado son el tamaño del programa y la distribución de este objetivo entre activos y países, precisamente los ingredientes que los rumores siguen sin haber dejado claro.
Además, no ha cambiado la incógnita de la posible reacción del mercado cuando comparece Draghi este jueves en la rueda de prensa para dar los detalles oficiales. Todos los expertos consultados por Bolsamanía han estado de acuerdo en que un tamaño “demasiado pequeño” debería causar una reacción negativa, Ahora hace falta preguntar si la cantidad esperada ha cambiado a ser los 1,1 billones especulados y, aun si se confirman, si los inversores optarán por “comprar con el rumor y vender con la noticia”.
Lee además:
Claves bursátiles de la próxima sesión: reunión del BCE y comparecencia de Draghi
Consultorio de análisis técnico: Banco Popular Ezentis, Sacyr, Viscofan, IAG…bajo la lupa
El foro de Davos analiza los retos económicos a los que se enfrenta la economía global