Hace dos años también emitió este activo, pero con un rendimiento del 2,1%
Austria ha vuelto a vender el 'bono del siglo'. En esta ocasión, el país centroeuropeo ha colocado 1.000 millones de euros en un bono a 100 años con un rendimiento del 1,2% y una demanda que ha superado los 5.000 millones. Hace dos años, la emisión de este tipo de activo fue de 3.500 millones de euros, con un rendimiento del 2,1%, según informa Financial Times.
Esta colocación demuestra el interés de los inversores en obtener rentabilidades positivas en un momento en el que la deuda soberana de una gran mayoría de países europeos tiene rendimientos negativos.
Además, en las últimas semanas se ha visto cómo los bancos centrales están abriendo las puertas a una mayor flexibilización de sus políticas monetarias, lo que pone aún más presión sobre los inversores en bonos. De hecho, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, se mostró dispuesto a reducir aún más los tipos y ampliar el programa de compra de activos (QE) si las condiciones económicas empeoran.
Esta deuda demuestra también el optimismo de los inversores en los bonos soberanos austriacos, a pesar de los últimos acontecimientos políticos que ha vivido el país, como el derrocamiento del canciller Sebastián Kurz, que se produjo a finales de mayo.
En una emisión separada, Austria también ha colocado 3.000 millones de euros en deuda a cinco años, con una demanda de casi 23.000 millones. Estos bonos se han vendido a un rendimiento negativo del 0,435%, un gran contraste con la rentabilidad del 'bono del siglo'.
No es la primera vez que el país vende deuda a muy largo plazo. En 2016, ya emitió 2.000 millones de euros en bonos con vencimiento a 70 años y que, en la actualidad, tienen un rendimiento del 1,052%. Además, se le unieron otros países como Bélgica e Irlanda, que ese mismo año emitieron 100 millones de euros en deuda a 100 años, aunque se trataba de colocaciones privadas.
Uno de los banqueros que ha participado en la emisión del 'bono del siglo' ha comentado al rotativo británico que "me sorprendió mucho que saliera tan bien". El éxito se debe, en su opinión, a que "todos los inversores creen que los tipos de interés no van a subir".