"Siguen existiendo riesgos a la baja en el actual entorno", avisan desde Schroders
Europa ha estado en el epicentro, tanto geográfico como económico, de la invasión rusa de Ucrania. La dependencia de la región del gas ruso, y de Alemania en particular, contrasta con el resto del mundo. El aumento de los precios de la energía ha supuesto una carga importante para los hogares y la industria, lo que ha provocado un escenario de crecimiento poco alentador. Además, "siguen existiendo riesgos a la baja en el actual entorno marcado por el débil crecimiento, ya que el racionamiento de gas se convierte en una posibilidad real", avisa Robbie Boukhoufane, gestor de Schroders.
El mercado de divisas ya está descontando un escenario de crecimiento pesimista para Europa y el euro ha tocado la paridad con el dólar, "pero si el racionamiento de gas se convierte en una realidad, la tendencia del euro frente al dólar será aún más negativa", avisa Boukhoufane, y añade: "Si esto se materializa, estaremos ante un escenario de crecimiento aún más incierto".
"El camino para que Europa se desprenda del gas ruso no es sencillo y no hay una solución rápida", lamenta el experto. "La desafortunada realidad es que el presidente Putin tiene en sus manos muchas de las bazas en cuanto a la capacidad de Europa de almacenar suficiente gas para el invierno".
Por otra parte, del lado del euro, "también estamos pendientes de cómo reacciona la Reserva Federal a los próximos datos de inflación y empleo. La Fed es, en realidad, el banco central del mundo, dado que muchos activos siguen cotizando en dólares estadounidenses.
Teniendo en cuenta el endurecimiento de la política monetaria mediante los tipos de interés oficiales y el endurecimiento cuantitativo, la Fed se enfrenta a un difícil camino para tratar de lograr un aterrizaje suave. "Creemos que tendrá dificultades para lograrlo", afirma el gestor de Schroders
"A medida que los datos económicos se debilitan y la inflación cae, cualquier señal de que el banco central estadounidense está cerca de alcanzar el punto máximo de ajuste aliviará parte de la presión alcista sobre el dólar. Sin embargo, todavía no hemos llegado a ese punto", avisa.