"Los inversores conservarán posiciones largas en el dólar si no hay recuperación económica", aseguran
El brutal rally del dólar se la semana pasada ha quedado parcialmente corregido en las últimas sesiones, después de que los bancos centrales, especialmente la Reserva Federal de EEUU (Fed), hayan declarado que están dispuestos a seguir bombeando billetes a través de compras de activos ilimitadas. Estas medidas, junto a los estímulos fiscales de EEUU o la eurozona han logrado amortiguar el estado de pánico de los mercados, pero los expertos avisan de que los efectos de “esta bomba de liquidez pueden durar muy poco”. Y remarcan que más pronto que tarde, la moneda estadounidense volverá a recuperar vigor, mientras se prolonguen las cuarentenas, prosiga el avance de la enfermedad y la crisis sanitaria siga trasladándose a la economía.
El comportamiento del ‘billete verde’ de los últimos días obedece a una sencilla realidad para los economistas de ANZ Bank. “Los mercados mundiales se enfrentan a un problema simple pero grave: no hay suficientes dólares para ejecutar ventas y transacciones”, argumentan, y eso explica por qué el índice del dólar -que mide el desempeño de la moneda contra seis rivales- ganara más del 4% la semana pasada. A pesar del retroceso de este subyacente desde el martes, prevén que se vuelva a disparar con fuerza, al calor del avance del brote de coronavirus en los países de occidente.
“Mientras la curva de infectados no alcance un pico y los números de nuevos casos no se giren a la baja (especialmente en los países europeos y EEUU), se mantendrán las ventas de activos de riesgo lo que repercute en que haya fortaleza del dólar para rato”, continúan estos analistas. La incertidumbre de cuánto se prolongará la situación actual da aún más razones a los operadores para acaparar efectivo en dólares con tal de seguir capeando el temporal Y si países como China, Corea del Sur e incluso Italia pueden comenzar a ver la luz en el fondo del túnel en el proceso de cierre total, muchos otros aún están en las primeras etapas, como España o EEUU. “Y esto condicionará a los mercados y la economía, a pesar del dinero que se distribuirá generosamente en el sistema”, señala Gianarlo Prisco, colaborador de Bolsamanía.
La propagación del virus ha conducido a prácticamente todos los países del mundo a sumirse en cuarentenas y decretar un parón de la actividad no esencial, lo que supone entre el 60% y el 80% del total de la economía, dependiendo del país. Las repercusiones del confinamiento ya se empiezan a palpar en la macro, por ejemplo los de esta semana PMIs o las peticiones de desempleo iniciales de EEUU del jueves, que se han disparado a tres millones. Por lo tanto, los economistas consultados coinciden en que si bien las ayudas aprobadas hasta la fecha tendrán un gran valor en el corto plazo, su impacto será limitado si “se prorrogan aún más los encierros”. Algo que “probablemente implicaría otra ola de ventas en los mercados bursátiles y una mayor retirada de posiciones en favor del dólar y de otros refugios seguros como el yen, el franco suizo y el oro”, explican los analistas de Rabobank. “Vemos un riesgo significativo de que tal escenario se desarrolle”, consideran en la entidad holandesa.
A pesar de que los enormes esfuerzos realizados por bancos centrales y gobiernos para contrarrestar las consecuencias económicas del virus han calmado los nervios, “hasta que arraigue la confianza en la recuperación económica, es probable que los inversores conserven posiciones largas en el dólar”, pronostican. Los países emergentes sufrirán con especial virulencia el avance de la moneda por la enorme cantidad de deuda denominada en dólares que poseen. “A pesar de las considerables reservas de divisas en muchos países asiáticos, los pagos en dólares que vencen durante el próximo año más o menos sugieren que la demanda del ‘billete verde’ podría seguir siendo alta durante algún tiempo”, advierten desde Rabobank.
No faltarán los retrocesos en el dólar en las próximas semanas y seguramente coincidirá con los días en que se imponga el apetito por el riesgo y los repuntes en las acciones, dos claras características en una tendencia a la baja en los mercados globales. Por este motivo, esperan estos expertos que el dólar siga manteniendo su rendimiento a un mes vista y se aprecie hasta 1,05 dólares por cada euro en el plazo de tres meses. En cuanto al índice del dólar, ANZ Bank vaticina que conquiste los 105 puntos en el mismo período.