La divisa registró el miércoles su mayor subida diaria desde marzo, del 1,7%
Moderadas caídas para la libra este jueves que obedecen al comportamiento normal del mercado, después de que la divisa británica haya registrado su mayor rally diario desde marzo en la jornada anterior, impulsada por las buenas noticias sobre el Brexit. La divisa llegó a subir un 1,7% contra el dólar, hasta los 1,3180 dólares, y cerca de un 1,5% frente al euro, hasta casi 0,9050 libras, tras saberse que Londres y Bruselas reanudan las conversaciones para lograr un acuerdo comercial que rija sus relaciones cuando acabe el período de transición el 31 de diciembre. Pese a las caídas, este jueves se mantiene en máximos de seis semanas.
El acelerón arrancó después de que el jefe negociador de la Unión Europea (UE), Michel Barnier, dijera que un acuerdo entre la UE y el Reino Unido estaba "al alcance de la mano", ampliando las ganancias con la noticia de que las conversaciones comerciales se reiniciarían después de haberse detenido abruptamente la semana pasada.
"La libra reaccionó bien a este nuevo acontecimiento y aunque no es nuevo para el mercado este optimismo, existe la clara perspectiva de que se está abriendo un camino hacia algún tipo de acuerdo", señala Michael Hewson, analista jefe de mercado de CMC Markets UK, en una nota para clientes.
Este giro de los acontecimientos, que los expertos señalan que tampoco es tan sorprendente, llega después de que el Primer Ministro británico, Boris Johnson, amagara la semana pasada con que las conversaciones comerciales habían terminado e instó a las empresas a que se prepararan para un resultado de no acuerdo. Estos comentarios causaron la caída de la libra esterlina, pero pronto fueron desestimados por los participantes del mercado, ya que se consideraron un farol.
"Los inversores nunca se dejaron convencer por la postura política de Londres, ya que la libra se mantuvo firme, y ahora están más convencidos de que ambas partes se dirigen hacia un acuerdo comercial", indican desde MUFG. El Gobierno británico está bajo una creciente presión para evitar un resultado de no acuerdo debido a la pandemia de Covid-19 y también la posibilidad de que el presidente de EEUU, Donald Trump, perdiera las elecciones presidenciales de noviembre lo que socavaría las perspectivas de un rápido acuerdo comercial entre EEUU y Reino Unido.